Estafas terrestres de HUDCO

En la estafa del gobierno de HUDCO Andrews Ganj, la magnitud heterogénea de los escándalos siempre ha planteado preguntas sobre las políticas del gobierno indio plausibles, transparentes y receptivas en diferentes épocas. En consecuencia, muchas de estas estafas han estafado toda la economía de la India a lo largo de los años.
El escándalo Bofors de 1980 y los 90 por aproximadamente Rs. 150 millones de rupias (85,71 millones de dólares estadounidenses) se conocen como el sello distintivo de la corrupción india. Esta estafa fue un gran escándalo de corrupción en la India en la década de 1980; cuando el entonces primer ministro Rajiv Gandhi y varios otros, incluida una poderosa familia de NRI llamada Hinduja, presuntamente acusados ​​de recibir sobornos de Bofors AB por ganar una licitación para suministrar el obús de campo de 155 mm de la India. Sobre todo, la estafa de Bofors tuvo un fuerte atractivo emocional porque estaba relacionada con los servicios de defensa y los intereses de seguridad de la India.
El caso Hawala con la melodía del escándalo de soborno de 18 millones de dólares estadounidenses en 1990-1991 por aproximadamente Rs. 100 millones de rupias (43,97 millones de dólares estadounidenses) que salieron a la luz en 1996, involucraron pagos supuestamente recibidos por los principales políticos del país a través de corredores de hawala. Por lo tanto, por primera vez en la política india, dio una sensación de botín abierto en todo el público, involucrando a todos los principales actores políticos acusados ​​de haber aceptado sobornos y supuestas conexiones sobre pagos que se canalizan a militantes de Hizbul Mujahideen en Cachemira.
La pregunta es cómo Hudco ha recibido el producto de compra “Hudco Place” en Andrews Ganj construyendo propiedades ilegales, violando todas las leyes del país a la sombra del Gobierno del Congreso resultando en una tercera estafa de la tierra de Andrews Ganj. ¿Quién más será estafado por HUDCO? La mayor estafa de Andrews Ganj no se ha revelado hasta la fecha. Todavía espera el caos en el mundo del sector público. En los próximos libros, veremos con qué habilidad Hudco, junto con el Ministerio de Asuntos Urbanos, engaña a qué entidad corporativa.
Lo que es decepcionante de ver es el patrón del gobierno, burócratas, sectores públicos engañando al público en general construyendo construcciones no autorizadas y escapando bajo el nombre del juego legal. El fraude gubernamental en el sector público queda impune bajo el sistema creado en el País.
Si bien los constructores notorios irán a la cárcel, no se dan cuenta de los juegos de los funcionarios del sector público en el poder. Si un constructor privado construye una construcción no autorizada, demuele la misma y se asignarían esos edificios a la víctima. En consecuencia, el constructor podría ir tras las rejas. Pero en la India no está mal si una empresa del sector público retiene los fondos recaudados por las construcciones no autorizadas y las cuotas pagadas por los compradores, no los ha hecho susceptibles de reembolso y tampoco están sujetos a sanciones en virtud de la ley penal como son las empresas gubernamentales.