Reflexiones sobre ética médico-científica y nanotecnología en el contexto de“vacunación”Covid19:N_I.

En el siguiente video su “MAGAZINE INTEGRAL DE EL ESCORPIÓN ROJO”, continúa la temática del especial de las armas biológicas disfrazadas de vacunas Covid19;en este caso haciendo énfasis en la reflexión respecto a 2 temas que parecen estar desligados el uno del otro, pero que en realidad tienen mucho más en común de lo que se piensa, que corresponden a la parte de la ética médica-científica y la nanotecnología, temática que es vital, por cuanto las armas biológicas disfrazadas de vacunas, del Certificado de Vacunación para Identificación por Inteligencia Artificial “Covid19”, son instrumentos de genocidio masivo, esterilización, control neuromodulativo, modificación conductual, enfermamiento a todos los niveles y limitación severa de las capacidades mentales y físicas de los seres humanos, buscando más que modificar la naturaleza humana,el DESTRUIR el ser humano tal cual existe hoy en día; resaltando que dichas armas biológicas son instrumentos operativos a través de 2 elementos clave que son la nanotecnología y la ingeniería genética; por ello se hace vital una reflexión(sobretodo del aspecto nanotecnológico) a la luz de uno de los ámbitos más importantes de la filosofía “La Ética”, tan olvidada, degradada y violada hoy en día. Esta pues es la primera parte de esta reflexión.
Me centro principalmente en la interrogante ¿Dónde quedó la ética médica hoy en día?, ¿qué pasó con los principios éticos que rigen la actividad científica, la atención médica de los pacientes y la actividad investigativa en seres humanos?:parece que estos se hubiesen mandado directamente a la basura, por cuanto la gran mayoría de los que se autodenominan como médicos y ostentan un título en medicina, no están teniendo una actitud muy ética que digamos y al parecer han olvidado los 2 principios éticos rectores del ejercicio médico, que son el principio latino “PRIMUM NON NOCERE”:“Lo primero es no hacer daño”, que debe guiar todo el quehacer de la medicina, sumado al segundo principio que es el juramento Hipocrático, juramento hecho de viva voz por todos los profesionales de la medicina en el momento de la graduación y el cual enuncia “velaré por la salud y seguridad de mis pacientes y NUNCA les ofertaré ningún tratamiento que les haga daño”(habría que agregar “a menos de que sea estrictamente necesario”, por cuanto todo tratamiento y procedimiento médico tiene efectos 2darios que en mayor o menor medida pueden llegar a hacer algo de daño, pero el principio rector médico es que dicho daño NO SUPERE NUNCA el beneficio obtenido de la práctica terapéutica, de tal manera que SIEMPRE se le haga el mayor bien posible al paciente y que el poco mal/discomfort que se le pueda generar se justifique con relación a la salvación de su vida o al bien que se le va a generar que superará con creces dicho malestar o daño temporal); parece ser que a los galenos profesionales del arte médico hoy en día, se les ha olvidado en gran medida dicho principio “AL PARECER”, porque no parece ser muy ético recomendar una serie de armas biológicas disfrazadas de vacunas a millones de personas a través de la radio/tv, cuando de acuerdo a los principales registros de eventos adversos a vacunas ya se han reportado al menos 50mil casos de muertes (el 1%,hablaríamos en realidad de 5 millones de muertes) y así mismo se han reportado al menos 5 millones de efectos adversos graves(el 1%, hablaríamos ya cerca de 500 millones de efectos adversos graves “síndrome de Guillaín Barré, mielitis transversa, esclerosis múltiple, ataxia(más allá de los efectos leves que son los que siempre se resaltan por los medios masivos, promotores de la mentira), ceguera, sordera, cáncer de muchos tipos, IAM, ACV), etc,todos igualmente provocados por estas armas biológicas disfrazadas de vacunas. Resulta entonces bastante cuestionable desde la ética que los médicos profesionales supuestamente encargados de velar por la salud de las personas estén promoviendo y casi hasta obligando a toda la población a inyectarse estas sustancias con todos los efectos 2darios que tiene (muchos citados previamente) que como se ve no son nada despreciables, además de estarlas recomendando igualmente para que sean aplicadas A NIÑOS Y A MUJERES EMBARAZADAS, cuando dichas sustancias no previenen el contagio, no evitan la transmisión, menos evitan que la gente vaya a UCI (ya desmentido),etc.
Se hace entonces una reflexión de todas las implicaciones éticas que tiene el estar recomendando estas sustancias, cuando lo único que han demostrado es que matan hasta 10 veces más que el supuesto virus (y hasta más), dejando daños irreversibles/permanentemente incapacitantes para la salud, además de no evitar contagiarse, ni transmitir, ni mejorar en modo alguno la salud de quién recibe la inyección:¿dónde quedó la ética médica?.
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