El yunque de la Palabra de Dios

Anoche me paré fuera de la puerta del herrero,
Y escuché el yunque sonando el timbre del fin del día;
Mirando por dentro, vi en el suelo,
Martillos viejos, desgastados por golpes por muchos años.

“Cuantos yunques has tenido,” dije yo,
“Para desgastar y golpear los martillos así?”
“Solo uno,” él dijo, y después con ojos brillantes,
“El yunque desgasta a los martillos, tú sabes.”

“Y así,” yo pensé, “el yunque de la Palabra de Dios
Ha sido golpeado durante generaciones por los escépticos;
Pero, aunque se escuchó el sonido de golpes duros,
El yunque se quedó sin ningún daño, los martillos desaparecidos.”

(Atribuido a John Clifford)