La Confirmación de Kennedy podría significar Justicia para VÍCTIMAS por la Manipulación del Covid-19

La reciente confirmación de Robert Kennedy Jr. como jefe del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) ha generado una gran expectativa, especialmente entre los ciudadanos que han sido afectados por las políticas públicas implementadas durante la pandemia del COVID-19. Con un enfoque firme en la justicia y la rendición de cuentas, Kennedy ha propuesto la creación de una base de datos para documentar el daño causado por las vacunas, así como la formación de una comisión congresional destinada a investigar los crímenes asociados con la crisis sanitaria global. Esta es una oportunidad crucial para que se haga justicia y se escuche a las víctimas que han quedado al margen del relato oficial promovido por las autoridades y las grandes farmacéuticas.

Una de las principales críticas que ha recibido la respuesta global ante la pandemia es la forma en que las grandes farmacéuticas priorizaron sus ganancias sobre la salud pública. Según diversos estudios y testimonios, los daños provocados por las vacunas COVID-19 han sido minimizados o ignorados en favor de una agenda política que favorece el lucro corporativo. Los daños colaterales de estas vacunas, que incluyen efectos secundarios graves e incluso muertes, han sido tachados de incidentes aislados, sin la debida investigación o transparencia en los informes de los mismos. En este contexto, la iniciativa de Kennedy de establecer una base de datos nacional que recoja testimonios y estudios sobre los daños causados por las vacunas busca dar visibilidad a estos casos que hasta ahora han sido desestimados.

Además, la propuesta de crear una comisión investigadora es fundamental para llevar ante la justicia a los responsables de los crímenes cometidos durante la gestión de la pandemia. Esto incluye la posible manipulación de información, la falta de transparencia en los estudios de las vacunas y las presiones políticas ejercidas sobre las autoridades sanitarias y los medios de comunicación. Kennedy, quien ha sido un firme defensor de la libertad de expresión y ha luchado contra la censura de quienes han cuestionado el manejo de la crisis sanitaria, señala que la izquierda ha intentado silenciar cualquier crítica a la narrativa oficial sobre las vacunas, marginando a aquellos que se han atrevido a hablar en contra de las políticas impuestas.

En este sentido, la confirmación de Kennedy en el HHS es vista por muchos como un paso decisivo hacia un sistema de salud más transparente y justo. Si bien las grandes corporaciones farmacéuticas han intentado imponer su agenda sin rendir cuentas, la administración de Kennedy promete abrir las puertas a la investigación y garantizar que las políticas de salud pública no se sigan diseñando sin tener en cuenta los efectos reales sobre la población. La creación de una base de datos que documente el daño de las vacunas es vista como una forma de dar voz a los afectados, que hasta ahora han sido invisibilizados por las estructuras de poder que controlan la narrativa pública.

El llamado a la justicia y la rendición de cuentas es cada vez más urgente. Mientras tanto, la propuesta de Kennedy tiene el potencial de ser una piedra angular para restaurar la confianza en el sistema de salud de los Estados Unidos, llevando la transparencia y la ética a la vanguardia de la agenda política. Los ciudadanos que se han visto perjudicados por decisiones tomadas en el pasado merecen que sus historias sean escuchadas y que se haga justicia.

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