Primer Informe de Gobierno. Presidente AMLO

Primer Informe de Gobierno, desde Palacio Nacional. Domingo 1 de septiembre 2019. Presidente AMLO.

En Palacio Nacional, rendimos el Primer Informe de Gobierno en el que explicamos cómo hemos ejecutado la política en la Cuarta Transformación. Esta es la tercera ocasión que rendimos cuentas al pueblo de México.

Es mucho lo alcanzado en pos de los ideales de honestidad, justicia, legalidad y democracia. Con lo conseguido en apenas nueve meses, bastaría para demostrar que estamos viviendo un cambio de régimen. Esto no ha sido ni será más de lo mismo.

Está en marcha una auténtica regeneración de la vida pública del país con poca confrontación y sin violencia política. La mayoría de los mexicanos nos apoya y están contentos.

Informamos sobre las acciones que llevamos a cabo para hacer efectivo el cumplimiento de la responsabilidad del Estado de promover el desarrollo nacional y redistribuir equitativamente el ingreso.

Consideramos que el fin último es conseguir la felicidad de la gente. El crecimiento económico, los incrementos en la productividad y la competitividad, no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino que son medios para lograr el bienestar material y del alma de la población.

A nueve meses de gobierno, en cinco de cada 10 hogares están llegando apoyos de los 'Programas Integrales de Bienestar'. En las comunidades indígenas los reciben en nueve viviendas y antes de que termine este año, todos tendrán al menos uno de los beneficios.

La esencia de nuestra propuesta económica consiste en convertir la honestidad y la austeridad en forma de vida y de gobierno. En una frase, el plan del nuevo gobierno es acabar con la corrupción y con la impunidad.

La nueva política productiva consta de cuatro acciones fundamentales: fortalecer la economía popular, impulsar proyectos para el desarrollo regional, fomentar la participación de la iniciativa privada y promover la intensificación del comercio exterior y la captación de inversión extranjera.

Destacamos la separación entre el poder económico del poder político. Reconocemos que los empresarios cooperan con mayor compromiso social: invierten, crean empleos, aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones.

Estamos rescatando el campo del abandono. Este sector es mucho más que tierras para la producción agropecuaria y forestal. Tiene importancia estratégica y existe en él una forma de vida sana, llena de valores morales y espirituales. Regresar al campo significa fortalecer una identidad cultural de la más alta calidad humana.

Dimos a conocer los proyectos para el desarrollo regional que ejecutamos con estricto apego a criterios de sustentabilidad. Refrendamos que mejorarán los sistemas educativo y de la salud.

La disminución de la incidencia delictiva constituye nuestro principal desafío. Somos perseverantes y estamos seguros que pacificaremos al país con el trabajo coordinado de todo el gobierno. Cerraremos filas para no permitir el contubernio entre delincuencia y autoridades.

No queremos que desaparezcan las protestas legítimas ni los reclamos de los ciudadanos. Hay quienes se oponen al cambio verdadero y están nerviosos o incluso fuera de quicio. No han podido constituir un grupo o facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos. Están moralmente derrotados.

Estamos optimistas, sin aflojar el paso porque el poder es humildad y deber, y no tenemos derecho a fallar. Es una dicha enorme vivir en estos tiempos para servir a México.