"INDIVIDUALIDAD EN EL MATRIMONIO" 11/24/2024 PASTOR RYAN CROSSLEY

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“INDIVIDUALIDAD DEL MATRIMONIO”
RESUMEN
TEMA
El tema de esta prédica se centra en el valor de mantener la individualidad dentro del matrimonio, aun cuando la Biblia enseña que "los dos serán una sola carne". El pastor Ryan Crossley aborda la importancia de respetar, valorar y honrar las diferencias individuales de los cónyuges mientras trabajan juntos como un equipo. La prédica subraya cómo las diferencias en personalidad, habilidades y preferencias no deben ser vistas como problemas, sino como elementos que enriquecen la relación y fortalecen el matrimonio bajo el diseño de Dios.

VERSICULOS USADOS
Mateo 19:5-6"Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."
Comentario: Este pasaje establece el diseño divino del matrimonio como una unión indisoluble entre un hombre y una mujer. Jesús resalta que, aunque se convierten en una sola carne, ambos conservan su valor y roles individuales dentro de la relación. El pastor usa este versículo para enfatizar que la unidad en el matrimonio no elimina la identidad personal.

Génesis 2:24
"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne."
Comentario: Este versículo es citado por Adán como una profecía sobre la institución del matrimonio, aunque él mismo no tuvo padres. El pastor Crossley menciona que esto muestra la importancia que Dios da a la unión matrimonial como un acto espiritual, físico y social.

Efesios 5:21-33
"Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella."
Comentario: Este pasaje describe los roles bíblicos dentro del matrimonio: el esposo como líder amoroso y la esposa como protectora y ayuda idónea. El pastor subraya que esto no implica dominación ni pérdida de individualidad, sino un modelo de mutuo respeto y sacrificio inspirado en el amor de Cristo por Su iglesia.

Marcos 10:8
"Y los dos serán una sola carne; así que ya no son más dos, sino uno."
Comentario: El pastor usa este versículo para destacar que la unidad matrimonial es integral (física, emocional y espiritual), pero no suprime la individualidad que cada cónyuge aporta a la relación.

IDEAS PRINCIPALES
El Diseño de Dios para el Matrimonio
Dios creó el matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer que los convierte en una sola carne. Esta unión es integral, abarcando los aspectos físico, emocional, espiritual y social, sin borrar las diferencias individuales.

La Individualidad en el Matrimonio
La unión no significa uniformidad. Dios diseñó a los cónyuges con personalidades y habilidades diferentes para complementarse mutuamente y enriquecer el matrimonio.

Roles Bíblicos del Esposo y la Esposa
El esposo tiene el rol de ser cabeza y sacerdote del hogar, mientras que la esposa es la protectora y ayuda idónea. Ambos deben honrarse y respetarse mutuamente, siguiendo el ejemplo de Cristo y Su iglesia.

IDEAS SECUNDARIAS
Diferencias como Fortalezas
Las diferencias en personalidad y preferencias no deben ser motivo de conflicto, sino una oportunidad para aprender y crecer juntos.

Peligros en el Matrimonio
Minimizar o robar la identidad del cónyuge, insistiendo en que todo se haga a gusto personal, puede dañar la relación.

El Poder del Respeto Mutuo
Cuando ambos cónyuges valoran y respetan las opiniones y deseos del otro, el matrimonio se fortalece.

APLICACIÓN Y PRACTICA EN LA VIDA CRISTIANA
Reconocer el Valor del Cónyuge
Practicar diariamente palabras y gestos de gratitud hacia el esposo o esposa.

Buscar la Unidad en Diversidad
Aceptar y celebrar las diferencias en lugar de intentar cambiar al otro.

Seguir el Modelo de Cristo
El esposo debe sacrificarse por su familia, mientras la esposa respeta y apoya a su esposo, reflejando el amor de Cristo por Su iglesia.

NOTAS
1. El uso de ejemplos prácticos (como la analogía de la vaca y los cortes de carne) para ilustrar cómo de una sola fuente pueden surgir cosas diferentes y valiosas.
2. Experiencias personales en su matrimonio para conectar con la audiencia.
3. Referencias culturales (películas, comida) para mantener la atención del público.
4. Historias bíblicas (Isaac y Rebeca) para reforzar el mensaje.

CONCLUSION
El matrimonio es una institución divina diseñada para unir a dos personas en una relación de amor y compromiso mutuo. Aunque los cónyuges se convierten en una sola carne, Dios los hizo diferentes para complementarse. Respetar y valorar la individualidad de la pareja enriquece el matrimonio y lo hace más fuerte. La clave es aplicar los principios bíblicos de amor, respeto y sacrificio mutuo.

REFLEXION
Esta enseñanza nos recuerda que, en el matrimonio, no se trata de quién tiene más autoridad o quién sacrifica más. Se trata de caminar juntos en amor, reflejando el diseño perfecto de Dios. Valorar a nuestra pareja y honrar sus diferencias no solo fortalece la relación, sino que también glorifica a Dios. Que cada matrimonio sea un testimonio vivo del amor de Cristo y una inspiración para las generaciones venideras.

TRANSCRIPCION
Vamos a ir nosotros a la palabra de Dios en Mateo 19. La semana pasada sentí comenzar a tocar asuntos de familia, y quiero continuar en eso. Amén. Creo que es evidente que la familia está bajo ataque, que nosotros tenemos que siempre trabajar más sobre nuestros hogares y nuestros matrimonios. ¿Cuántos quieren un matrimonio saludable? ¿Cuántos tienen familia fuerte? Familias fuertes forman iglesias fuertes. Amén. Y nosotros queremos ser opuestos a lo que se ve en el mundo. En el mundo puede que se vean cosas que son así, pero en la iglesia no queremos que eso sea. Queremos que en la iglesia las familias estén unidas y bendecidas.
Mateo 19, versículo 1 en adelante, dice: "Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea y fue a las regiones de Judea, al otro lado del Jordán, y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: '¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?'"
Ahora voy a pausar aquí porque mi tema no va a ser el divorcio. Voy a enfocar en otra cosa, pero es importante pausar aquí y ver el trasfondo de la pregunta. Estos eran fariseos, entonces estaban muy asociados con la ley mosaica. Y, perdón que lo diga, pero la verdad es que, si usted estudia un poco cómo había sido la historia de los judíos con el divorcio, usted puede ver en la pregunta lo que ellos estaban tratando de insinuar. Ellos dijeron: "¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?"
La razón por la que lo preguntaron así es porque, realmente, los judíos ya habían adoptado una manera muy liberal de divorcio. Por prácticamente cualquier razón, si a ellos no les caía bien, no les gustaba o ya se habían cansado, repudiaban a su mujer. Y entonces vinieron a Jesús haciéndole esta pregunta.
Él, respondiendo, les dijo: "¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo? Y dijo: 'Por esto el hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.' Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."
Jesucristo realmente no les contestó sobre causas. Lo que Él hizo fue volver a la raíz y decir: "Si quieren ver lo que Dios desea y cuál es el plan de Dios, es que el hombre se una a su mujer, que los dos sean una sola carne, que permanezcan juntos, que ningún hombre los pueda separar." Amén.
Obviamente, después Él sigue con el tema, hablando del divorcio. Y otro día podemos realmente meternos en la profundidad de ese estudio, pero quiero hoy hablar de la individualidad dentro del matrimonio, porque eso es lo que enfrentamos un poquito hoy en día. Así que ponga su Biblia a un lado y vamos a orar en el nombre de Jesús.
Señor Jesús, te damos gracias por las bendiciones que han llovido sobre esta iglesia. Gracias, Señor, por todo lo que estás haciendo en cada hogar y en cada familia. Pido que los hogares sean fortalecidos, que los matrimonios sean fortalecidos. Oh, Dios, queremos ver tu gloria. Que la iglesia La Roca sea una iglesia donde las familias permanezcan juntas, donde los matrimonios peleen por su unidad, y que tengamos familias saludables, hijos que te sirvan. Señor, protege esta iglesia de todas las influencias malignas de este mundo y de todos los pensamientos erróneos que existen en nuestra sociedad. Ayúdanos a volver a lo básico, a los fundamentos, en el nombre de Jesús. ¿Cuántos pueden decir amén? Amén. Puede tomar su lugar.
¿A cuántos les gusta una buena carne asada? ¡Santo y poderoso Dios! ¿A cuántos les gusta unas buenas mollejitas? Sí, Señor, unas costillas, ¡gloria a Dios! Amén. Hay muchos cortes diferentes: un lomo, un bife de chorizo, todos son deliciosos. Hace poco fui a la Argentina y hay un restaurante... Si un día usted va a Buenos Aires, pídales que lo lleven al restaurante La Estancia. Está en el centro de Buenos Aires, ahí cerca del Obelisco, en la 9 de julio. Nunca se va a arrepentir de ir a La Estancia. Cuando usted vaya, pida el bife de chorizo especial de La Estancia. Usted me lo va a agradecer por el resto de su vida. Es uno de los bifes más ricos que usted puede comer.
A mí me gustan todos los cortes diferentes: la entraña, las costillitas, el bife de lomo, el bife de chorizo, las mollejitas. Mi papá hasta le gusta los chinchulines... Que Dios lo ayude. Amén. Yo no entiendo a la gente que le gusta las tripas. Yo con las tripas solo pienso en lo que ha pasado por ahí y digo: "No, ni loco". Cuando hay otros cortes tan buenos, ¿para qué comer tripas?
Y, ¿cuántos aquí les gusta el queso? Ah, una buena proboleta con orégano y tomate... Hermanos, están despedidos en el nombre de Jesús, ¡me voy al restaurante argentino! Amén.
Sabe, todo eso viene de la misma vaca. Es impresionante, ¿no? Hasta es chistoso. ¿No ha pensado usted en nuestro menú latino? ¿Qué es un taco? Un taco es una tortilla con carne, queso, las verduras, una cebollita, lo que sea, lechuga... ¿Y qué es una enchilada? Es una tortilla con carne y queso. ¿Y un huarache? Es una tortilla con carne y queso. ¿Y un sope? Es una tortilla con carne y queso. ¿Y un burrito? ¿Y una chimichanga? ¿Y una quesadilla? ¡Qué variedad tenemos nosotros los latinos! Son veinte diferentes maneras de cocinar carne, queso y tortillas.
El punto que quiero hacer aquí es que, aunque es algo chistoso, de una vaca vienen muchos cortes diferentes. Y de unos ingredientes vienen muchos tipos de comida. Lo interesante en un matrimonio es que, aunque los dos son una sola carne, Dios hizo a cada uno único y diferente.
En Génesis 2:24, Adán dijo: "Por esta causa dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne." Lo interesante es que Adán no tenía padre ni madre, pero, movido por la institución divina del matrimonio, profetizó sobre esta poderosa unión.
Marcos 10:8 también lo dice: "Los dos serán una sola carne, así que ya no son dos, sino uno." Esto nos muestra que el matrimonio es una unión completa: física, emocional, social y espiritual.
Vamos a establecer unas cosas antes de continuar. Tenemos que definir bien lo que es la familia según la Biblia. Desafortunadamente, vivimos en un día donde hay muchas perversiones de lo que es la familia. El matrimonio se compone de un hombre y una mujer que se han unido y comprometido el uno al otro por medio de un pacto hecho delante de Dios y de testigos. Un hombre con una mujer. No son dos hombres, no son dos mujeres, no es un hombre con dos mujeres, ni con una mascota. Eso es ridículo.
Este pacto es de unión en todos los aspectos humanos y es hasta que la muerte los separe. Sabemos que esa no es la condición de muchos hoy, pero ese es el plan de Dios. Ahora, déjeme aclarar algo: aunque hemos tenido que asimilar y tratar con muchas situaciones difíciles, y aunque algunas personas han vivido circunstancias que no buscaron o que quizás sí buscaron, nada de eso cambia la verdad bíblica. Tenemos que volver a los fundamentos. Ese es el plan original de Dios. Él estableció el matrimonio de esta manera.
El hogar se compone de padres que se han casado, han tenido hijos, y se ocupan de criarlos en el temor de Dios, mientras los hijos trabajan sobre su responsabilidad de obedecer y honrar a sus padres. Hijos, ustedes no son la autoridad de la casa. La autoridad de la casa es papá y mamá. Padres, basta de tenerle miedo a sus hijos. Lo voy a decir otra vez: basta de tenerles miedo a sus hijos. "Es que, si los corrijo, me van a llamar a la policía." Llámenlos, a ver cómo les va. No caigan en la trampa de darles la autoridad a los hijos.
Hay muchos padres hoy que están viviendo caos en el hogar simplemente porque no saben plantar el pie, no saben cómo disciplinar y mantener el orden en la casa. Créame, en nuestra casa, cuando yo era niño, la autoridad estaba bien establecida. Si yo hacía estupideces, sabía que iba a vivir las consecuencias. Y las viví. Pero nunca sentí que tenía autoridad sobre mi papá o mi mamá. Mi trabajo era obedecer y honrarlos.
Sabemos que muchas familias han sufrido divorcios o separaciones, y han tenido que levantar los pedazos de un hogar destruido. Gracias a Dios que Él nos da fuerzas en esos momentos. Pero déjeme decir algo: ni usted ni yo podemos volver atrás y recuperar cosas perdidas. Lo que pasó, pasó. Si sufrió algo así, si fue su culpa o no, no podemos volver atrás. Pero escúcheme como su pastor: todos aquí podemos vivir de este día en adelante según lo que dice la palabra de Dios. Más que nada, le estoy predicando a los jóvenes, a los solteros, y a los que están casados. Hay que trabajar en el matrimonio, hay que pelear por el hogar. No podemos tener la mentalidad del mundo. Dios está con nosotros. Él nos dirige, nos ayuda, buscamos el altar, Su consejo, Su sabiduría. Y Él nos da la fuerza en medio de los problemas.
¿Cuáles son los roles bíblicos en la familia? Puede que no se acepte mucho en este día moderno de igualdad y movimientos feministas, pero es lo que Dios puso en Su palabra. En Efesios capítulo 5, se establece el orden del hogar. El esposo debe funcionar como cabeza y sacerdote del hogar. Hombres, digan "amén". Es su responsabilidad ser cabeza y sacerdote del hogar. Debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia. Eso significa que Él se dio a sí mismo por ella.
Hombres, nosotros debemos darnos a nosotros mismos por nuestras esposas. Vivimos para que la vida de todos a nuestro alrededor sea mejor que la nuestra. Hombres, piense conmigo: si no tuviera que darle ni un dólar a nadie, ¿cómo viviría? Algunos están pensando: "Oh, sería millonario." Pero no, usted sería un vago. Porque lo que lo empuja a trabajar es su familia. Nuestro rol como esposos y padres es sacrificarnos para que nuestra esposa e hijos tengan una buena vida. Eso es lo que Cristo hizo por nosotros.
Cuando tenga esos días largos de trabajo, recuerde que está cumpliendo con el rol que Dios le dio. Proveer para su familia es su responsabilidad. Si su esposa trabaja y lo ayuda, dele gracias a Dios por ello, pero no es su rol principal. Algunos hombres empujan a sus esposas a trabajar mientras ellos quieren ser los "baby sitters". Eso no es correcto. Dios nos diseñó para aguantar ciertas cargas, y debemos cumplir con nuestro rol como proveedores y participantes en la crianza de los hijos. No deje toda la carga a la madre. Los niños por naturaleza obedecen más la voz de un hombre. Así que, papá, no se haga ausente.
Le ruego, papá, no le deje toda la carga de la crianza de los niños a la mujer. Eso es pereza porque no quiere lidiar con eso, pero ellos necesitan la voz de autoridad. Necesitan una autoridad con amor. Lo necesitan. Ayude a su esposa. Todas las hermanas digan: "Amén". Ahora, hermanas, hay que dejar que los corrija. "Ay, no le pegues." Cuando hablamos de corregir, estamos hablando de disciplina, no de abuso ni de golpes.
¿Cuántos aquí se criaron con una chancla? Amén. Gloria a Dios. Para otros fue la correa, y para otros, lo que la mamá encontraba cerca. Para mí, era la cuchara de madera. Siempre he enseñado esto, pero como hay gente nueva, lo voy a repetir: hay cuatro pasos en la disciplina.
El primer paso es información. Si va a disciplinar a sus hijos, infórmeles. Muchas veces, uno está enojado por algo que hicieron, va y les pega, y ellos ni saben qué hicieron mal. Entonces, no saben qué comportamiento fue el incorrecto. La información es importante para que usted se calme y para que ellos sepan qué hicieron mal. Por ejemplo: "Yo te dije que no jugaras después de cierta hora y te metiste a jugar detrás de mi espalda. Por esa causa, te voy a disciplinar." Así sabe exactamente lo que hizo mal.
El segundo paso es la disciplina, que debe ser proporcional al error. Si hizo algo pequeño, la disciplina puede ser leve. Pero si se escapó de casa a las dos de la mañana para ir a la discoteca, eso es otro nivel de disciplina. Espere que llegue su padre. No es lo mismo, ¿verdad? La disciplina debe ser medida, y usted debe tener una regla para que no se le vaya la mano. La Biblia dice que el que no disciplina a su hijo lo aborrece. Algunos padres piensan que, si no disciplinan, están siendo buenos con sus hijos, pero no. Eso es malcriarlos, y eso es aborrecerlos.
Déjeme decir algo más. Algunos han muerto a manos de la policía porque nunca aprendieron a respetar la autoridad. Nunca fueron disciplinados. Cuando alguien con autoridad los corrige, se vuelven rebeldes. Recuerdo que una vez iba tarde al aeropuerto. Era una carretera en Nevada, y no había nadie. Yo iba a 105 millas por hora en una zona de 70. El policía tardó cinco minutos en alcanzarme. Cuando lo vi, me detuve de inmediato. Bajé la ventana, puse mis manos visibles y le expliqué con respeto: "Voy tarde al aeropuerto, sé que no debería estar haciendo esto." Él revisó mi licencia y me dejó ir con una advertencia. ¿Por qué? Porque le hablé con respeto.
Esto me enseñó algo: uno debe aprender a respetar la autoridad desde niño. Si no, más adelante en la vida, se mete en problemas. Yo me crié en una casa donde, si me portaba mal en la iglesia, sabía que iba a estar sentado en la primera banca el resto del culto. Era aburrido, pero aprendí la lección.
Padres, si no disciplina a su hijo y lo deja hacer lo que quiera, le está haciendo daño. Cuando crezca, no respetará la autoridad, y eso le traerá problemas en la vida. En mis tiempos, si yo tenía problemas en la escuela, mis padres hablaban conmigo, no con el maestro. Hoy en día, los padres van directo a la escuela, pensando que el maestro tiene la culpa de todo. No, padres, muchas veces el problema es su hijo, y usted debe corregirlo.
Ahora, volvamos al tema. La esposa debe funcionar como protectora del hogar. Debe respetar y someterse a su esposo como la iglesia se somete a Cristo. El esposo debe darse por su esposa como Cristo se dio por la iglesia, y la esposa debe respetar esa autoridad en el hogar. Pero eso no significa que la mujer no tenga voz. De hecho, en nuestras familias latinas, sabemos que quien realmente manda es la abuelita, ¿verdad? Sin embargo, debe haber una voz final en el hogar, y ese es el esposo.
Yo llevo 24 años casado, y puedo decirles que no tomo decisiones sin consultar con mi esposa. La mayoría de las veces hacemos lo que ella quiere. Todos los hombres digan: "Amén". Eso muestra que hay balance. Pero, hermana, usted debe respetar a su esposo. Nunca use lo que él le confía en un momento de vulnerabilidad como un arma en una discusión. Si lo hace, él nunca volverá a abrirse con usted.
Hermanos, en un matrimonio sano, ambos deben valorar y respetar la individualidad del otro. Aprendan a disfrutar de las diferencias que tienen como pareja. Eso es lo que enriquece la relación.
Cuando hablamos de un matrimonio saludable, entendemos que aunque los dos se convierten en una sola carne, no se elimina la individualidad de cada uno. Muchas veces, las características que inicialmente nos atrajeron de nuestra pareja son las mismas que con el tiempo dejamos de apreciar. Pero es importante valorar lo que hace especial a la persona con quien estamos casados.
En un matrimonio, normalmente uno es más ahorrador y el otro es más gastador. Uno puede ser más extrovertido, mientras que el otro es más introvertido. Uno es más arriesgado y el otro más cauteloso. Estas diferencias no son malas; son parte de lo que Dios usa para balancearnos.
Quiero hablar de algunas actitudes peligrosas en el matrimonio. Por ejemplo, minimizar la identidad de tu cónyuge. Esto ocurre cuando todo debe girar en torno a tus gustos y preferencias, ignorando los deseos y la personalidad de tu pareja. Otra actitud peligrosa es robar la identidad de tu cónyuge, obligándolo a cambiar para adaptarse completamente a ti, negándole ser él o ella misma. Esto no es saludable.
Déjeme preguntarle algo: ¿cuántos de ustedes, hermanos, han escuchado a su esposa decirle, "Por favor, ¿llévame de vacaciones fuera del estado”? Y usted siempre tiene una excusa: "No hay dinero para eso". Pero sí hubo dinero para comprar esa nueva laptop o esa herramienta que usted quería. Eso no está bien. No siempre se trata de lo que usted quiere.
Yo he aprendido, hermanos, que en el matrimonio hay que hacer concesiones. Mi esposa ama las películas de Hallmark, y aunque al principio no las disfrutaba mucho, ahora casi me gustan. Es más, ya conozco las historias de memoria porque todas son iguales. Pero ¿sabe qué? Me siento a verlas con ella porque la amo y quiero pasar tiempo con ella. Y a veces, ella hace lo mismo conmigo, aunque yo prefiera películas de acción donde exploten cosas. Eso es lo hermoso del matrimonio: disfrutar juntos de las cosas que al otro le gustan.
Otro punto importante es aprender a honrar a tu cónyuge. Eso significa valorar quién es como persona. Si él o ella tiene un talento o un don especial, anímelo a desarrollarlo. Si su esposo es chistoso, déjelo ser. Si su esposa tiene una habilidad especial para algo, apóyela. Dios los hizo diferentes por una razón, y esas diferencias son las que enriquecen el matrimonio.
Aunque somos una sola carne en el matrimonio, es importante respetar la individualidad de cada uno. Eso significa que, aunque trabajemos juntos como pareja, no debemos tratar de moldear al otro a nuestra imagen. Aprenda a valorar y respetar a la persona que Dios le dio. Recuerde lo que inicialmente le atrajo de esa persona y no deje de nutrir esas cualidades.
Déjeme contarle algo. En la Biblia hay una historia que siempre me impacta, y es la de Isaac y Rebeca. En un momento, Isaac le mintió a Abimelec diciendo que Rebeca no era su esposa. Pero, ¿sabe qué? No pudieron ocultar su amor. La Biblia dice que Abimelec los observó desde lejos y, al ver cómo interactuaban, supo que eran esposos. ¡Qué lindo es cuando un matrimonio se valora tanto que no pueden esconder su amor! Eso es lo que debemos buscar en nuestras relaciones: que otros vean cómo nos tratamos y puedan decir: "Este es un matrimonio que se respeta y se ama".
Hermanos, quiero que hoy se lleven esta enseñanza a casa: aprecien a su cónyuge. No esperen a que sea demasiado tarde para decirle cuánto lo valoran. Tomen el tiempo para expresar su gratitud y su amor. Y recuerden que un buen matrimonio no sucede por casualidad. Es el resultado de esfuerzo, compromiso y, sobre todo, la gracia de Dios.
Voy a invitarles a que se pongan de pie. Vamos a pasar al altar una vez más y a orar juntos. Quiero que este sea un momento especial para cada pareja aquí presente. Si está con su esposo o esposa, tómelo de la mano y oren juntos. Si está aquí solo, ore por su futuro cónyuge o por la familia que Dios ha puesto en su vida. Este es un momento para entregar nuestras relaciones a Dios y pedirle que nos guíe, nos fortalezca y nos llene de Su amor.
Señor Jesús, te damos gracias por este tiempo que hemos pasado en tu presencia. Gracias por tu palabra, que nos guía y nos da sabiduría. Te pedimos que bendigas cada matrimonio aquí representado. Ayúdanos a ser esposos y esposas conforme a tu corazón. Fortalece nuestras familias y haznos un ejemplo para los demás. Señor, te pedimos que esta iglesia sea un lugar donde las familias se sientan fortalecidas, donde los matrimonios encuentren esperanza y donde los hijos crezcan en el temor de tu nombre. En el nombre de Jesús, amén.

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