El cardenal Omella de Barcelona atrae la maldición sobre España

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Estimado cardenal Omella:
Tanto el año pasado como este año usted fue uno de los principales participantes en el Sínodo suicida de octubre. El pseudopapa Bergoglio también lo incluyó entre sus nueve colaboradores más cercanos teniendo como objetivo la destrucción paulatina de la Iglesia católica. Ustedes impulsaron la rebelión contra Dios al legalizar el colectivo LGTBQ en la Iglesia. De ese modo, usted ha atraído sobre sí la pena más severa eclesiástica latae sententiae y el castigo de Dios de anatema, es decir, la maldición y la excomunión de la Iglesia por promover el antievangelio sodomítico. El antipapa Bergoglio —junto con todos ustedes, sus nueve cómplices— también ha incurrido en esta pena más grave, es decir, la excomunión de la Iglesia.
Inmediatamente después de la clausura del Sínodo del año pasado, el 1 de noviembre de 2023, Bergoglio publicó su motu proprio Ad theologiam promovendam. Con este documento, introdujo el principio de cambio de paradigmas, es decir, la destrucción de los pilares fundamentales de la fe de los que depende la salvación. Luego, el 18 de diciembre de 2023, Bergoglio promulgó la declaración doctrinal Fiducia supplicans, que no solo legalizó el nefando pecado de la sodomía, sino que incluso introdujo la bendición de las uniones sodomitas en las iglesias católicas.
Usted, cardenal Omella, al participar en este crimen se ha puesto no solo en contra de Dios y de la Iglesia, sino también en contra de la nación española. Usted embaucó a los obispos españoles para que aceptaran el antievangelio sodomítico de Fiducia supplicans bajo el paraguas de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Por eso le volvemos a recordar a usted, y a todos los obispos, sacerdotes y pueblo fiel de España, que usted es el mayor culpable de la maldición que ha caído sobre España. Siguiendo el modelo del usurpador del papado, usted ha transformado prácticamente la Iglesia católica en España en una anti-Iglesia de la Nueva Era, la ramera del Anticristo.
Es el colmo de la hipocresía mantener a los creyentes en la oscuridad con mentiras y demagogia, ocultarles la verdadera y cruel realidad de la apostasía y la rebelión contra Dios, y fingir que todo está bien. Esto es una mezquindad rayana en el pecado contra el Espíritu Santo. Sin embargo, ustedes, impostores eclesiásticos, exigen obediencia absoluta, escudándose en Cristo, a quien le han escupido descaradamente en la cara. Por tanto, los católicos de España no deben obedecer ni a ustedes ni al archihereje Bergoglio, con quien ustedes están en unión íntima. Con sus mentiras y manipulaciones están ustedes arrastrando a millones de almas al abismo del infierno.
Ninguno de ustedes se arrepiente de esta traición a Cristo. Ustedes desprecian cínicamente la pena más severa de la excomunión latae sententiae, que han hecho caer sobre ustedes mismos. Asimismo boicotean el castigo de anatema de Dios por un antievangelio falso y sodomítico según Ga 1, 8-9: «Si alguien predica otro evangelio, sea anatema». Ustedes se camuflan bajo el nombre de Iglesia católica, pero después de aceptar Fiducia supplicans ya no tienen derecho a llamarse católicos ni siquiera cristianos. Por supuesto, la administración de los sacramentos por parte de ustedes es inválida. Sin embargo, siguen engañando a los simples fieles y manteniendo a los sacerdotes en el terror para que tengan miedo de decir la verdad sobre el estado desastroso al que Bergoglio y ustedes han llevado a la Iglesia católica.
Ustedes no siguieron el ejemplo de los obispos de África, ni de los obispos de Europa del Este, que rechazaron Fiducia supplicans y defendieron a Cristo y su Evangelio contra la corriente suicida promovida por el usurpador del papado. Al aceptar, por el contrario, este pseudoevangelio sodomítico en nombre de la nación española, ustedes están eliminando el Decálogo y el Credo, fundamentos de la Iglesia y de nuestra salvación. Al negar el pecado, niegan ustedes la necesidad del Salvador.
Estimado cardenal Omella y estimados obispos de España, el 27 de octubre de 2024 finalizó el Sínodo de octubre. Inmediatamente, el 29 de octubre, una catástrofe se abatió sobre España. El arzobispo Viganò fue muy claro sobre este desastre en su mensaje del 3 de noviembre de 2024. Señaló su trasfondo, así como la culpabilidad de los líderes políticos de la nación en particular. A diferencia del arzobispo Viganò, ustedes sueltan frases patéticas, pero ocultan no solo la culpa política, sino sobre todo su culpa ante Dios, la Iglesia y la nación.
Ahora es nuestro deber mostrar públicamente que la culpa principal de la tragedia en España la tienen ustedes, la traidora jerarquía eclesiástica que se ha rebelado contra Dios, ha traído la maldición a través de su antievangelio, y es responsable de la decadencia moral y la apostasía de la fe salvadora. Por eso, los llamamos a arrepentirse. Llamen a la mentira, mentira y a la herejía, herejía, renuncien al falso antievangelio y reciban el Evangelio de Cristo, que es el único camino seguro de salvación.
Si ustedes se niegan a arrepentirse, no tienen derecho a llamarse apóstoles de Cristo. Se han convertido en apóstoles del Anticristo. Dense cuenta de que si mueren en este estado y no se arrepienten incluso en la hora de la muerte, serán condenados eternamente. Ustedes aman su ego y su carrera más que la salvación de su alma. Ya no tienen nada que ver con Jesucristo y Su camino de salvación.
¿Al menos uno de ustedes, obispos de España, ya sea obispo ordinario o auxiliar u obispo emérito, dará la cara por Cristo y se apartará del camino suicida programado por el pseudopapa Bergoglio y promovido por su cómplice Omella Omella?
Estimado cardenal Omella y miembros de la Conferencia Episcopal Española, nuestro Salvador los advierte hoy: «Si no os arrepentís, todos pereceréis» (Lc 13, 3). Arrepiéntanse aun a costa de ser expulsados por el pseudopapa de su anti-Iglesia. A la hora de su muerte, esa expulsión redundará en su favor.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

5 de noviembre de 2024