La ilusión de la enemistad - El gran juego del poder

En el nivel más alto, Estados Unidos, China y Rusia no son verdaderos enemigos, sino co-conspiradores en un gran engaño, manteniendo la ilusión de conflicto para manipular y controlar a sus poblaciones. Esta estrategia se hace eco de precedentes históricos como la manipulación de Roma de la amenaza cartaginesa o la urgencia fabricada de la Guerra Fría, que sirve para consolidar el poder y justificar la expansión militar. Los políticos modernos y entidades como la OTAN fabrican crisis para crear una sensación de miedo y urgencia, impulsando la demanda del suministro infinito de armas del Complejo Militar-Industrial. En última instancia, la población mundial paga el precio, engañada para creer que está defendiendo sus libertades mientras es explotada por una camarilla gobernante que se beneficia de la apariencia perpetua de conflicto.