¿Se crearán las condiciones para que el arzobispo Viganò acepte su elección como papa?

2 months ago
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El 20 de junio, el pseudopapa Bergoglio y su secta pusieron en marcha una farsa judicial. Declaran la llamada excomunión del arzobispo Carlo Maria Viganò, ex nuncio en los EE. UU., pero en realidad solamente lo están expulsando de su anti-Iglesia transformada, lo que el arzobispo considera, con razón, un honor. Los principales medios de comunicación eclesiásticos, en el espíritu del proyecto de Bergoglio de globalización total y satanización de la Iglesia católica, vomitan mentiras y calumnias contra el heroico arzobispo que alzó su voz en defensa de las enseñanzas de Cristo, es decir, de las enseñanzas de la Sagrada Escritura y de toda la tradición de la Iglesia.
¿Cuál es la enseñanza de la Iglesia respecto a un usurpador del papado que es un hereje manifiesto, como vemos hoy día en Jorge Bergoglio?
La enseñanza de la Iglesia es inequívoca y obliga en conciencia a cada obispo, sacerdote y creyente que deben actuar conforme a ella. La Palabra de Dios afirma que cualquiera que predique un evangelio diferente del que predicaron los apóstoles es maldito por Dios, anatema (Ga 1, 8-9). Esta verdad es la base de las declaraciones del papa Inocencio III y de documentos eclesiásticos como la bula dogmática Cum ex apostolatus officio. Padres de la Iglesia como san Cipriano, san Atanasio, san Agustín o san Jerónimo, y doctores de la Iglesia como san Francisco de Sales, san Alfonso María de Ligorio o el cardenal san Roberto Belarmino, enseñan que un papa herético es depuesto por Dios. ¡Sus afirmaciones se aplican plenamente a Bergoglio! San Belarmino escribe: «Un papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho cesa de ser papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro del cuerpo de la Iglesia».
Basándose en la Sagrada Escritura y los padres y doctores de la Iglesia, la interpretación del derecho canónico de 1943 de Wernz y Vidal proporciona la siguiente explicación: «A través de la herejía notoria y abiertamente divulgada, el romano pontífice, en caso de caer en la herejía, por ese mismo hecho (ipso facto) y aún antes de cualquier sentencia declarativa de la Iglesia, queda privado de su potestad de jurisdicción».
Según la enseñanza inmutable de la Iglesia, Bergoglio es un papa inválido y la Iglesia católica se encuentra en estado de sede vacante. Esta es la realidad. Bergoglio se excomulgó a sí mismo de la Iglesia católica, no solo por su entrega pública a Satanás en Canadá, sino también por la publicación del motu proprio Ad theologiam promovendam el 1 de noviembre de 2023. En él introdujo el principio del cambio de paradigma. Afirma que todo lo contrario a lo que ha decretado es nulo y sin valor. Esto significa que ha invalidado las Escrituras y toda la tradición de la Iglesia.
¿Y qué decretó concretamente Bergoglio?
El 18 de diciembre de 2023, decretó que uno de los pecados más graves, a saber, la sodomía, ya no era pecado. Incluso bendice la sodomía. Al hacerlo, ha cambiado la esencia de la doctrina, es decir, el paradigma. Al negar uno de los pecados más graves, por el cual Dios amenaza tanto con el fuego temporal (2 P 2, 6) como con el fuego eterno (Judas 7), Bergoglio ha suprimido las condiciones de nuestra salvación, a saber, el arrepentimiento y la muerte redentora de Cristo en la cruz. La enseñanza de Bergoglio ya no es católica, sino apóstata. El pseudopapa ahora está a la cabeza de la Iglesia transformada en una anti-Iglesia de la Nueva Era. La transformación oculta tuvo lugar el 18 de diciembre de 2023 con la publicación de Fiducia supplicans. Quien se somete interiormente al falso papa también incurre en el anatema, la maldición de Dios.
¿Por qué el arzobispo Viganò no abandonó manifiestamente la Iglesia inmediatamente después de su transformación suicida el 18 de diciembre de 2023?
En primer lugar, la transformación tuvo lugar en secreto, de modo que el público católico no es plenamente consciente de ella hasta ahora. Trataría la separación del arzobispo de esta anti-Iglesia como una separación de la verdadera Iglesia católica.
El arzobispo Viganò no tiene su propia diócesis, y si saliera de la Iglesia como individuo, sería vilipendiado y moralmente descalificado con la falsa frase de que estaba fuera de la Iglesia. Se quedó en esta estructura para librar una lucha eficaz en favor de los fieles católicos. Declaraba públicamente que no reconocía al archihereje como papa y que la «Iglesia profunda» (Deep Church) encabezada por Bergoglio no tenía nada que ver con la Iglesia de Cristo. El actual juicio montado que impone la así llamada excomunión a un arzobispo devoto de Cristo expone a Bergoglio y su secta como criminales. A pesar de que sobre ellos mismos pesa el anatema de Dios ―la maldición―, lanzan excomuniones falsas y documentos inválidos y buscan destruir a los apóstoles de Cristo. A tal persecución de los ortodoxos se aplican también las palabras de Cristo: «Os expulsarán… y el que os mate pensará que rinde servicio a Dios» (Jn 16, 2). ¿Cómo es eso posible? La anti-Iglesia de Bergoglio, la bestia semejante a un cordero, ha engañado al público haciéndole creer que es una institución divina, mientras que lucha a muerte contra la Iglesia de Cristo.
¿Deben todos los verdaderos obispos católicos esperar hasta que Bergoglio tome medidas contra ellos?
¡De ninguna manera! Al contrario, los obispos diocesanos deberían aprovechar la oportunidad para separarse a sí mismos y sus diócesis de la secta de Bergoglio lo antes posible. Cuantos más sean, mejor. Si luego aceptan al papa ortodoxo, salvarán a una gran parte de la Iglesia. Si los obispos ortodoxos se dejan destituir obedientemente por Bergoglio, como p. ej. el obispo Strickland, y no se separan junto con sus diócesis de Bergoglio y su pseudo-Iglesia, perderán la oportunidad que se les ha dado de salvar a muchos. En su lugar, Bergoglio colocará lobos rapaces con piel de oveja, que transformarán sistemáticamente las diócesis, hasta el último creyente, llevándolas a la plena unidad con la anti-Iglesia de Bergoglio, que tiene el espíritu del Anticristo. La Iglesia de Cristo entonces solo existirá como una Iglesia de catacumbas, pero las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Hoy en día, muchas diócesis todavía pueden salvarse si hay pastores valientes que se separen de la secta de Bergoglio junto con sus diócesis. El problema es que un obispo valiente dé un paso que siente un precedente.
¿Y qué pasa con los sacerdotes supuestamente excomulgados, liderados por Don Minutella?
Ellos ganan diciendo la verdad y no callándose. Luego son «excomulgados», por así decirlo, y conmueven así la conciencia de toda la diócesis. Son vilipendiados por los apóstatas, pero siguen luchando. Cuidan de las pequeñas comunidades de la Iglesia clandestina. Estos sacerdotes son una voz clara por la cual todo católico sincero puede orientarse en este momento sobre quién es un traidor y quién es fiel a Cristo. Estos sacerdotes son, en efecto, profetas que no solo conocen la verdad, sino que sufren por ella.
¿Qué pasa con el Patriarcado católico bizantino?
El Patriarcado está representado por un equipo de obispos católicos ortodoxos que viven en monasterios. Algo menos de dos años antes de que Bergoglio asumiera el cargo, cuando Benedicto XVI beatificó inválidamente a Juan Pablo II, el Patriarcado se había separado de la apostasía del Vaticano. Juan Pablo II puso en práctica la herejía del Concilio Vaticano II en Asís (en 1986 y 2002), donde hizo un gesto de equiparar el culto a los demonios paganos con el sacrificio redentor de Cristo en la cruz. El Patriarcado, como voz profética, advirtió repetidamente, mediante llamamientos públicos, a Benedicto XVI que no sucumbiera a la presión y no abusara de la autoridad papal cometiendo el crimen espiritual de la beatificación inválida. Desafortunadamente, Benedicto XVI cedió a la intensa presión. El mismo día, el Patriarcado anunció su separación de la apostasía del Vaticano. Éramos dolorosamente conscientes de la difícil situación de Benedicto XVI, y creemos que murió arrepentido y fue salvado. Pero, lamentablemente, por el acto de la beatificación inválida, abrió la puerta a una maldición que se encarnó literalmente y culminó a través de Bergoglio.
¿Qué decir de la elección extraordinaria del arzobispo Viganò como papa, anunciada anteriormente por el Patriarcado?
El 14 de octubre de 2019, el sínodo de ocho obispos hizo esta elección en circunstancias extraordinarias. El arzobispo Viganò aún no la ha rechazado ni aceptado, dado que no se han creado las condiciones para que la acepte. Todavía no hay ninguna diócesis que se haya separado de Bergoglio y haya aceptado a Carlo Maria Viganò como papa legítimo. Una diócesis así sentaría un precedente para otras diócesis. Esto también salvaría la institución del papado, que Bergoglio y su secta están destruyendo.
La situación de Monseñor Viganò se puede comparar a la del rey David, que fue ungido por Dios pero durante mucho tiempo no pudo tomar posesión de su cargo.
¿Qué deben hacer los católicos sinceros en esta situación?
Puesto que se trata de una batalla espiritual por la Iglesia y la salvación de las almas, es necesario movilizarse espiritualmente. La base es una hora de oración en familia de las ocho a las nueve de la noche. Los fieles activos pueden también animar a sacerdotes y obispos con carta o correo electrónico a dar el paso salvador de salir de la Babilonia de Bergoglio.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

24 de junio de 2024

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