El PCB: Fiducia supplicans: ventana de Overton

9 months ago
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El 18 de diciembre de 2023, Bergoglio publicó la declaración doctrinal Fiducia supplicans, que es una herejía manifiesta y una rebelión abierta contra Dios y Sus mandamientos. Es el corpus delicti que demuestra que Francisco Bergoglio es un hereje manifiesto que se ha excomulgado a sí mismo de la Iglesia y, por tanto, no puede ser su cabeza. Este hecho ya no se puede debatir ni poner en duda mediante la dialéctica o la sofistería. Sin embargo, de esta realidad debe extraerse una solución adecuada. Los obispos, los sacerdotes y los fieles deben separarse del papa ilegítimo, que está destruyendo deliberadamente la esencia misma del cristianismo así como la fe necesaria para la salvación. La separación del hereje declarado se ve más obstaculizada por la herejía de la papolatría, es decir, la falsa veneración del papado.
El propósito del papado es defender la pureza de la fe y la moral para conservar la fe, que es condición de la salvación eterna. El propósito secundario del papado es crear una unidad exterior de los discípulos de Cristo. Si el papa comete herejías manifiestas, entonces, según las enseñanzas de la Iglesia, la Sagrada Escritura (Ga 1, 8-9), la tradición, es decir, las enseñanzas de los padres de la Iglesia (san Cipriano, san Agustín...) y los doctores de la Iglesia (san Francisco de Sales, san Roberto Belarmino, san Alfonso de Ligorio), según la bula dogmática Cum ex apostolatus officio de Pablo IV (1559), y según las declaraciones del papa Inocencio III (1198), el papa que es un hereje manifiesto se ha excomulgado a sí mismo de la Iglesia y por tanto no puede ser su cabeza.
Esta afirmación se aplica también a Francisco Bergoglio. Además, ha entronizado al demonio Pachamama, se ha entregado a Satanás en Canadá y predica una doctrina falsa, un antievangelio sodomita con la bendición de este pecado y las uniones de estas personas. Esta es una rebelión abierta contra Dios y una apostasía pública de las enseñanzas de Cristo. Ningún católico puede tener la más mínima duda al respecto. Por añadidura, en su motu proprio «Ad theologiam promovendam» del 1 de noviembre de 2023, Bergoglio declaró la cancelación de facto de toda la tradición de la Iglesia y de la Sagrada Escritura al establecer el principio del cambio de paradigmas. Al mismo tiempo, anuncia nuevos paradigmas o nuevos fundamentos de una doctrina que ya es herética. Aquí es donde se revela que Jorge Bergoglio y su secta ya no son la Iglesia católica.
¿Cómo debe reaccionar un obispo, sacerdote o creyente católico ante esta situación? ¡Ninguno de ellos puede permanecer en silencio! ¡Si permanecen en silencio, aprueban todo este sistema apóstata y atraen la maldición de Dios sobre sí mismos! Aquí la pasividad, o dejarse abusar y arrastrar hacia la propia autodestrucción, es un error grave. Es participación y complicidad en la traición a Cristo y a Sus enseñanzas. Al que permanece sujeto al sistema apóstata bergogliano por su pasividad, con el tiempo ya no se le permitirá ser pasivo. El sistema bergogliano lo obligará a impulsar activamente la rebelión sodomita contra Dios. De lo contrario, habrá sanciones severas. Los obispos serán destituidos, los sacerdotes expulsados y los fieles perseguidos.
Es una paradoja que los obispos de mentalidad ortodoxa no quieran apartarse del sistema apóstata y permanezcan bajo Bergoglio; sin embargo, si rechazan su programa, ¡él los apartará sin demora! Los destituirá del cargo, como ya ha demostrado en muchos casos. Los obispos considerarían el mayor delito separarse de Bergoglio, pero si no son activos y no bendicen las uniones homosexuales y queer que viven en pecado, si no introducen ritos paganos en la liturgia y se niegan a ordenar mujeres, recibirán así llamada «visita apostólica» del Vaticano que hará efectiva su expulsión previamente acordada. Ahora, con su separación, serían honestos ante Dios y ante la Iglesia, y preservarían el depósito de la fe, es decir, la verdadera Iglesia católica. Pero ellos no quieren eso; tienen miedo a dar este paso para salvar a la Iglesia. Algunos incluso dicen la estúpida mentira de que al separarse del manifiesto hereje Bergoglio, se separarán de Cristo. De hecho, se separarán del anticristo, no de Cristo.
El estancamiento continúa principalmente a causa de la herejía de la papolatría. Los obispos católicos ortodoxos están convencidos de que si hoy se separasen del llamado «santo padre», sería una infracción gravísima. No quieren respetar el hecho de que Bergoglio, que se ha excomulgado a sí mismo de la Iglesia, no es el santo padre. Si un obispo se separara de un papa ortodoxo, ciertamente estaría en cisma. Pero separarse de un hereje que se ha separado de Cristo y no es el papa legítimo, tal separación no es pecado ni cisma; al contrario, es heroísmo y ejemplo de fidelidad a Cristo y a su Evangelio.
El principal partidario de la papolatría, el obispo Schneider, ha afirmado públicamente, en contradicción con san Roberto Belarmino, la tradición de la Iglesia y la Sagrada Escritura, que incluso si un papa hereje cometiera las mayores herejías por las que renunciaría públicamente a Cristo —como prácticamente lo hizo Bergoglio en su entrega a Satanás en Canadá— tal papa sigue siendo el vicario de Jesucristo en la tierra. Esto es un disparate y una herejía suprema que no permite detener el proceso suicida de Bergoglio.
Aunque el obispo Schneider se ha unido al arzobispo Peta en la prohibición de la bendición de uniones sodomitas en Kazajistán, a través de la papolatría permanece en la unión interior con el mayor hereje que ocupa el papado. Es más, también tienta a otros a la papolatría, es decir, a la unidad con el hereje manifiesto y, por tanto, a la traición a Cristo y Sus enseñanzas. Bergoglio produce conmociones planificadas, como la legalización eclesiástica de la sodomía y la bendición de las uniones sodomitas. Es una especie de ventana de Overton mediante la cual desenmascara a los detractores, pero los obispos leales aceptan estas conmociones y, por lo tanto, se vuelven cómplices de su programa de apostasía masiva. Esto cambia poco a poco la opinión pública dentro de la Iglesia. Si este proceso de autodestrucción no se frena desde el principio, entonces, según el principio de la ventana de Overton, el pensamiento cambiará y este proceso suicida ya no podrá detenerse.
En esta situación, cada obispo se enfrenta a una elección seria: o permanecer bajo la estructura herética de Bergoglio, o separarse y luego aceptar al papa ortodoxo. Es importante separarse ahora, no esperar, porque a menos que haya una verdadera alternativa católica que acepte al verdadero papa, Bergoglio y su secta conseguirán que todos se sometan a su apostasía bajo una falsa autoridad. Entonces solo quedará un pequeño rebaño verdaderamente católico de la Iglesia clandestina que será severamente perseguido. La secta del Anticristo, encabezada por el llamado santo padre Francisco y sus sucesores, se cubrirá con el nombre de Iglesia católica. Quienes no quieren separarse de ella a tiempo están «jugando a la gallina ciega», tratando de ofuscar su conciencia y la verdad con tópicos sobre la santa obediencia al papa. Estos se engañan a sí mismos y a los demás, y les espera el castigo de los cobardes (Ap 21, 8). Estimados obispos, ¡no seáis cobardes, sino héroes de la fe como los santos obispos, confesores y mártires! Sucesores de los apóstoles, ¡salvad a la Iglesia católica!

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

8 de enero de 2024

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