Thomas Sowell - La farsa del 'acuerdo' con Irán

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LA FARSA DEL 'ACUERDO' CON IRÁN

Por Thomas Sowell
Publicado el 7 de abril de 2015

Al abandonar virtualmente todas sus demandas de serias restricciones al programa de bombas nucleares de Irán, la administración Obama aparentemente logró la apariencia de una introducción preliminar al comienzo de un marco tentativo para una posible esperanza de un eventual acuerdo con Irán.

Pero incluso este "logro" borroso puede desaparecer como un espejismo. Se necesitan dos para estar de acuerdo, e Irán ya ha cuestionado públicamente e incluso se ha burlado de lo que el presidente Obama dice que es la naturaleza de ese marco.

Si Irán hubiera estado totalmente de acuerdo con todo lo que dijo la administración Obama, ese acuerdo aún habría sido inútil, ya que Irán ya ha bloqueado a los inspectores internacionales de sus instalaciones nucleares en momentos impredecibles. La apariencia de control internacional es más peligrosa que una admisión franca de que realmente no sabemos lo que están haciendo.

¿Por qué entonces todas estas negociaciones? Porque estas farsas protegen políticamente a Barack Obama, sin importar cuánto peligro creen para Estados Unidos y el mundo. Las últimas encuestas de opinión pública muestran que el índice de aprobación de Obama va en aumento. En términos políticos, los únicos términos que le importan, su política exterior ha sido un éxito.

Si mira hacia atrás en la historia, le resultará difícil encontrar un líder de cualquier nación democrática tan universalmente popular, aclamado con entusiasmo por los partidos de la oposición y por los suyos propios, como lo fue el primer ministro británico Neville Chamberlain cuando regresó de Munich en 1938. agitando un acuerdo con la firma de Hitler y proclamando "Paz para nuestro tiempo".

¿A quién le importaba haber arrojado un pequeño país a los lobos nazis para conseguir un acuerdo inútil con Hitler? Se veía genial en ese momento porque aparentemente había evitado la guerra.

Ahora Barack Obama parece dispuesto a repetir ese triunfo político arrojando a otro pequeño país, Israel esta vez, a los lobos, en aras de otro acuerdo sin valor.

En 1938, Winston Churchill fue uno de los pocos críticos que intentó advertir a Chamberlain y al público británico. Churchill dijo: "La idea de que la seguridad se puede comprar arrojando un pequeño Estado a los lobos es un engaño fatal".

Después de que se hizo el acuerdo ruinoso con Hitler, dijo: "Se te dio a elegir entre la guerra y la deshonra. Elegiste la deshonra y tendrás la guerra". La "Paz para nuestro tiempo" de Chamberlain duró poco menos de un año.

Comparar a Obama con Chamberlain es injusto, para Chamberlain. No hay duda de que el primer ministro británico amaba a su país y perseguía sus mejores intereses tal como él lo veía. No era un "ciudadano del mundo", o algo peor. Chamberlain estaba reforzando las fuerzas militares de su país, no derribándolas, como lo ha estado haciendo Barack Obama con las fuerzas militares estadounidenses.

El secretario de Estado John Kerry y otros miembros de la administración Obama dicen que la alternativa a un acuerdo con Irán es la guerra. Pero cuando Israel bombardeó los reactores nucleares de Irak, allá por 1981, Irak no declaró la guerra a Israel. Habría sido un suicidio hacerlo, ya que Israel ya tenía bombas nucleares.

Hubo un tiempo en que Israel o Estados Unidos podrían haber destruido las instalaciones nucleares de Irán, con mucho menos riesgo de guerra que cuando Irán ya tenga su propio arsenal de bombas nucleares. De hecho, la elección ya no será entre un Irán nuclear y la guerra. La elección puede estar entre rendirse a Irán o la devastación nuclear.

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