Thomas Sowell - Estadista recientemente fallecido

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LOS DEFENSORES OCCIDENTALES DE LA 'CONSTRUCCIÓN DE LA NACIÓN' DEBERÍAN DOMINAR EL LEGADO DE LECCIONES DEL estadista recientemente fallecido

Por Thomas Sowell
Publicado el 25 de marzo de 2015

No es frecuente que el líder de una pequeña ciudad-estado, en este caso, Singapur, obtenga una reputación internacional. Pero nadie lo merecía más que Lee Kuan Yew, el fundador de Singapur como país independiente en 1959 y su primer ministro de 1959 a 1990. Con su muerte, deja un legado valioso no solo para Singapur sino para el mundo.

Nacido en Singapur en 1923, cuando era una colonia británica, Lee Kuan Yew estudió en la Universidad de Cambridge después de la Segunda Guerra Mundial y quedó muy impresionado por la Inglaterra ordenada y respetuosa de la ley de esa época. Fue un gran contraste con el Singapur asolado por la pobreza y el crimen de esa época.

Hoy, Singapur tiene un Producto Interno Bruto per cápita más de un 50 por ciento más alto que el del Reino Unido y una tasa de criminalidad que es una pequeña fracción de la de Inglaterra. Un estudio de 2010 mostró más patentes y solicitudes de patentes de la pequeña ciudad-estado de Singapur que de Rusia. Pocos lugares en el mundo pueden igualar a Singapur en cuanto a limpieza y orden.

Esta notable transformación de Singapur tuvo lugar bajo el gobierno autoritario de Lee Kuan Yew durante dos décadas como primer ministro. Y sucedió a pesar de algunas desventajas muy serias que llevaron al caos y la autodestrucción en otros países.

Singapur tenía pocos recursos naturales. Incluso tuvo que importar agua potable de la vecina Malasia. Su población estaba formada por personas de diferentes razas, idiomas y religiones: la mayoría china y las considerables minorías malaya e india.

En un momento en que otros países del Tercer Mundo estaban estableciendo economías controladas por el gobierno y culpando de su pobreza a la "explotación" de las naciones industriales más avanzadas, Lee Kuan Yew promovió una economía de mercado, dio la bienvenida a las inversiones extranjeras e hizo que los niños de Singapur aprendieran inglés, para maximizar los beneficios de la posición de Singapur como un importante puerto para el comercio internacional.

Las escuelas de Singapur también enseñaban los idiomas nativos separados de sus pueblos chino, malayo y tamil indio. Pero todos tenían que aprender inglés, porque era el idioma del comercio internacional, del que dependía la prosperidad económica del país.

En resumen, Lee Kuan Yew era más pragmático que ideológico. Muchos observadores vieron una contradicción entre los mercados libres de Singapur y su falta de democracia. Pero su antiguo primer ministro no consideró que su pueblo estuviera listo para la democracia. En cambio, ofreció un gobierno decente con mucha menos corrupción que en otros países de esa región del mundo.

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