Culmina el suicidio sinodal LGTBQ de la Iglesia

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Del 4 al 29 de octubre de 2023, se celebrará en el Vaticano la asamblea mundial del camino sinodal LGTBQ.
Se plantean tres preguntas:
1) ¿Qué es el camino sinodal de Bergoglio?
2) ¿Cuál es su objetivo?
3) ¿Cómo avanza?
En cuanto a la primera pregunta: El camino sinodal LGTBQ es una rebelión contra Dios, la destrucción de la Iglesia católica, la destrucción del papado y la abolición de las leyes de Dios.
En cuanto a la segunda pregunta: El camino sinodal LGTBQ pretende atraer una maldición por el anti-evangelio contemporáneo. Persigue la destrucción del cristianismo y la transición a una pseudorreligión de la Nueva Era, que junto con los paganos adora a sus deidades, es decir, a los demonios.
En cuanto a la tercera pregunta: El camino sinodal LGTBQ avanza de manera encubierta, taimada y decidida. Abusa de la máxima autoridad para imponer la legalización de las herejías y la inmoralidad.
Bergoglio está introduciendo cambios irreversibles como parte del proceso sinodal. Para este propósito, utiliza un sistema de las oenegés religiosas que ha formado de personas LGTBQ impenitentes. Los activa como una manada de lobos rapaces y los explota para este suicidio de la Iglesia. Hasta el día de hoy, nadie ha definido oficialmente qué es realmente el camino sinodal. Durante la asamblea continental en Praga, los obispos declararon abiertamente que ellos tampoco lo sabían. La esencia del camino sinodal se mantiene deliberadamente en secreto. Sin embargo, aquellos que quieren conocer la verdad ya pueden conocerla hoy.
Tenemos diez años de experiencia con el actor principal del camino sinodal y con lo que persigue. El objetivo de Bergoglio no es la restauración de la Iglesia católica, sino su destrucción. La tragedia es que hasta el día de hoy sus crímenes no han sido sacados a la luz. A la mentira no se le ha llamado mentira, ni al hereje hereje. Aunque se ha autoexcluido de la Iglesia por sus herejías y no es un papa legítimo, no se han sacado consecuencias de este hecho. Cerrar los ojos es traicionar a Cristo. Someterse a él en falsa obediencia significa estar en rebelión contra Dios. Se trata de un suicidio espiritual. La mayor tragedia es la ceguera y la pasividad de obispos, sacerdotes y fieles.
El pseudopapa Bergoglio impuso dictatorialmente la vacunación experimental. Durante diez años, ha estado promoviendo la homosexualidad y boicoteando los principios morales fundamentales y las leyes de Dios.
¿Con quién está aliado? Con las élites globales que llegan al Vaticano una tras otra pisándose los talones. Actúa en consonancia con su promoción de la vacunación experimental, la islamización de Europa, así como de las llamadas políticas «climática» y «ecológica» del Nuevo Orden Mundial. Sin embargo, categóricamente no permite el verdadero arrepentimiento.
Francisco Bergoglio ha incurrido en un anatema múltiple de Dios, es decir, la excomunión de la Iglesia. La razón no es solo el quebrantamiento de los mandamientos de Dios, sino la legalización de la inmoralidad LGTBQ y la idolatría pública. Entronizó al demonio Pachamama en el Vaticano. Incluso se dejó consagrar a Satanás y los demonios con acompañamiento de silbidos de un hechicero en Canadá.
Ahora Bergoglio ha nombrado a 21 nuevos cardenales, para que en la próxima elección papal el 72 % de los que pueden votar sean ya sus hombres, a quienes ha hecho examinar bien. Incluso su nombramiento de cardenales es nulo y sin efecto según la bula dogmática, porque todos los hechos y actos de un hereje son nulos y no tienen ningún efecto ante Dios y la Iglesia. Estos llamados cardenales solo votarán a favor de Francisco n.º 2, es decir, a favor del mismo programa de autodestrucción de la Iglesia que Bergoglio ya ha puesto en marcha. Ha entregado el poder a la secta bergogliana y ésta no permitirá ningún papa ortodoxo. Los sucesores del papa ilegítimo también serán ilegítimos. Esta estructura ya ha hecho doblar las campanas por el papado. Los herejes públicos, sodomitas e idólatras, que se han excluido a sí mismos de la Iglesia, no pueden ser su cabeza.
¡Qué bajeza la de Bergoglio al apoyar el blasfemo camino sinodal alemán! Este camino tiene un objetivo claro. No solo de ordenar mujeres, especialmente lesbianas, como diaconisas, sacerdotisas y obispas, sino también de crear los llamados consejos sinodales. Estos consejos exonerarán gradualmente por completo a los obispos de la responsabilidad de la Iglesia. ¡Son los laicos LGTBQ que se hacen cargo de su responsabilidad! Es el fin absoluto del catolicismo y del papado.
¡Qué bajeza la de Bergoglio al permitir que los obispos apóstatas de Bélgica introdujeran ceremonias litúrgicas de bendición de homosexuales, lesbianas y las llamadas parejas queer! Se incluye, asimismo, la bendición de los llamados matrimonios con animales, por ejemplo. ¡Esto es una locura! El pseudoobispo Bonny se jactaba de tener todo aprobado por el Papa, quien le dijo: «Continuad con sabiduría y permaneced unidos», en otras palabras, continuad con astucia y determinación.
¿A qué esperan todavía los obispos, los sacerdotes y los creyentes? Un proyecto piloto de la anti-Iglesia, con el conocimiento de Bergoglio, está a punto de hacerse realidad, concretamente en Alemania y Bélgica. Se trasplantará manifiestamente a toda la Iglesia este octubre o el próximo año. Todo se hará en virtud de la santa obediencia al llamado vicario de Cristo en la tierra y llamado sucesor del apóstol Pedro. ¡Esto es una burla del Salvador y el mayor oprobio al apóstol Pedro!
Para llevar a cabo su plan secreto, el pseudopapa ha nombrado nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe al hombre que persigue el mismo objetivo que él, a saber, la legalización de la homosexualidad, la idolatría y las herejías, es decir, la paulatina autodestrucción de la Iglesia. Bergoglio ya ha revelado este programa cuando dijo que la Congregación para la Doctrina de la Fe debía cambiar por completo el sentido de su existencia. En lugar de proteger de las herejías, ahora debe promover y privilegiar las herejías. Seguramente esta es también la razón por la que el pseudoprefecto Fernández no oculta su cálida simpatía por el camino sinodal LGTBQ alemán. Esto ya no es la Iglesia; ¡esta es la sinagoga de Satanás! (cf. Ap 3, 9).
¿Cuál es la solución en este momento de crisis? Comenzar con un verdadero arrepentimiento antes de que sea demasiado tarde. En primer lugar, es necesario llamar pecado al pecado, hereje al hereje, y desvincularse del sometimiento a él.
¿Qué deben hacer exactamente los obispos? Escribir una carta pastoral llamando a los sacerdotes a dejar de mencionar el nombre del papa ilegítimo en la misa. Al mismo tiempo, deberían recomendar a los sacerdotes y al pueblo de Dios una experiencia más profunda de la santa misa. En concreto, de trata de dos momentos de silencio de 3 a 5 minutos, el primero antes de la consagración y el segundo después de la consagración. Durante el primer momento de silencio, el sacerdote se arrodilla y renueva en espíritu su unción sacerdotal, que es condición de la consagración. Le pide al Espíritu Santo que renueve esta unción. El Espíritu Santo, a través de las palabras de Cristo pronunciadas por el sacerdote, realiza el misterio de convertir el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre de Cristo.
Después de la consagración, el sacerdote se arrodilla nuevamente en adoración silenciosa. Tanto él como los fieles toman conciencia de la realidad de la actualización del misterio de la muerte de Cristo en el Calvario para la expiación de nuestros pecados.
También se debe recordar a los fieles que vivan estos dos momentos de silencio en unión con el misterio de la fe. Durante el primer momento de silencio, el coro puede cantar una antífona al Espíritu Santo y durante el segundo, una antífona en la que se repite el nombre de Jesús, Yehoshua. Está escrito: «Todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo» (Rm 10, 13).
Además, el obispo debe permitir a los sacerdotes que celebren la misa de cara al tabernáculo en unión con los fieles, como se ha practicado a lo largo de la historia. Actualmente, el altar y el sacerdote están de espaldas al tabernáculo. Es un gesto negativo de homocentrismo o antropocentrismo frente al teocentrismo.
¿Qué deben hacer los sacerdotes?
Los sacerdotes deben presentar al obispo una petición que contenga estas demandas respecto a la misa. Que los sacerdotes se reúnan una vez a la semana durante un día entero en pequeños grupos y oren unos por otros, por las almas encomendadas y por la Iglesia. Dios dará a estos sacerdotes luz y fuerza para permanecer fieles a Cristo y a su Evangelio.
¿Qué deben hacer los fieles?
Que muestren arrepentimiento al dedicar al menos una hora al día a la oración. O que recen diariamente el rosario entero de quince decenas, o por lo menos parte de él. Los laicos fervorosos deben orar 2,5 horas al día, dando así un diezmo de tiempo a Dios. Dios salvará a la Iglesia a través de estas almas fervientes.
Si por pereza, cobardía o pérdida de tiempo en vanidades, los obispos, sacerdotes y fieles no encuentran tiempo para la comunicación con Dios, Bergoglio y su secta destruirán la Iglesia católica. Pero la culpa en ese caso no solo la tendrá la secta de Bergoglio. ¡También la tendrán aquellos que podrían haber evitado la tragedia mediante el arrepentimiento y la oración, y no lo hicieron! Por lo tanto, que los católicos fieles a Dios recurran con confianza a la Madre de Jesús en el rezo del rosario. Ella aplasta la cabeza de la serpiente infernal.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

28 de julio de 2023

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