Thomas Sowell - Atacando la verdad

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ATACANDO LA VERDAD
Por Thomas Sowell
Publicado el 15 de diciembre de 2015

Entre los muchos signos tristes de nuestro tiempo están los actuales ataques políticos y mediáticos contra el juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, por decir la pura verdad sobre un tema en el que las mentiras han sido la norma durante años.

El caso ante el Tribunal Superior es si el uso de la raza como base para admitir estudiantes en la Universidad de Texas en Austin es una violación del requisito de la Enmienda 14 de que las instituciones gubernamentales brinden "igual protección de las leyes" a todos.

Se supone que la acción afirmativa es un beneficio para los estudiantes negros y de otras minorías admitidos con calificaciones académicas más bajas que algunos estudiantes blancos que son rechazados. Pero el juez Scalia cuestionó si ser admitido en una institución orientada a estudiantes con registros académicos de mayor poder fue un beneficio real.

A pesar de mucho giro de los medios, el problema no es si los negros en general deben ser admitidos en instituciones de mayor o menor rango. La cuestión es si un determinado estudiante negro, con determinadas calificaciones académicas, debe ser admitido en un colegio o universidad donde no sería admitido si fuera blanco.

Mucha investigación empírica a lo largo de los años ha confirmado la preocupación del juez Scalia de que admitir estudiantes negros en instituciones para las cuales su preparación académica no es suficiente puede empeorar su situación en lugar de mejorarla.

Me di cuenta dolorosamente de este problema hace más de 40 años, cuando enseñaba en la Universidad de Cornell, y descubrí que la mitad de los estudiantes negros estaban en algún tipo de prueba académica.

Estos estudiantes no eran estúpidos o ineducables. Por el contrario, el estudiante negro promedio en Cornell en ese momento obtuvo un puntaje en el percentil 75 en las pruebas escolares. Sus calificaciones académicas eran mejores que las de las tres cuartas partes de todos los estudiantes estadounidenses que tomaron esos exámenes.

Entonces, ¿por qué estaban en problemas en Cornell? Porque el estudiante promedio de Cornell en la universidad de artes liberales en ese momento obtuvo un puntaje en el percentil 99. Las clases impartidas allí, incluida la mía, se movían a una velocidad adaptada al nivel verbal y matemático del uno por ciento superior de los estudiantes estadounidenses.

El estudiante blanco promedio habría sido aniquilado en Cornell. Pero era poco probable que el estudiante blanco promedio fuera admitido en Cornell, en primer lugar. Tampoco lo fue un estudiante blanco que obtuvo un puntaje en el percentil 75.

Ese fue un "favor" reservado para los estudiantes negros. Este "favor" convirtió a los estudiantes negros que habrían tenido éxito en la mayoría de los colegios y universidades estadounidenses en fracasos en Cornell.

Nada de esto era exclusivo de Cornell. Los estudiantes negros que obtuvieron calificaciones en el percentil 90 en matemáticas tuvieron serios problemas académicos al tratar de mantenerse al día en el MIT, donde otros estudiantes obtuvieron calificaciones en algún lugar dentro del percentil 99 superior.

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