Thomas Sowell - Ha fallado la economía

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¿HA FALLADO LA ECONOMÍA?

Por Thomas Sowell

Publicado el 3 de noviembre de 2016

Es especialmente doloroso para mí, como economista, ver que dos pequeñas ciudades en el norte de California, San Mateo y Burlingame, tienen propuestas de control de alquileres en la boleta electoral este año electoral.

Hay varias otras campañas, en otros lugares del país, a favor y en contra de las leyes de salario mínimo, que también me hacen preguntarme si la profesión económica no ha logrado educar al público en las lecciones económicas más elementales.

Ni las leyes de control de alquileres ni las de salario mínimo, ni las leyes de control de precios en general, son nuevas. Las leyes de control de precios se remontan al antiguo Egipto y Babilonia, y se han impuesto en un momento u otro en todos los continentes habitados.

Solo la historia debería poder decirnos cuáles han sido las consecuencias reales de tales leyes, ya que han existido durante miles de años. Cualquiera que haya tomado un curso de Economía 1 debería entender por qué esas consecuencias han sido tan diferentes de lo que esperaban sus defensores. No es ciencia espacial.

Sin embargo, los defensores de una ley de control de alquileres dicen cosas como "esto evitará que algunos propietarios estafen a los inquilinos y ganen mucho dinero con la crisis de la vivienda".

La razón por la que hay una crisis de vivienda en primer lugar es que las leyes existentes en gran parte de California impiden que se construyan suficientes viviendas para abastecer los apartamentos y casas que la gente quiere. Si los propietarios fueran todos cariñosos y nunca aumentaran los alquileres, eso aún no lograría construir un nuevo edificio.

El aumento de los alquileres es un síntoma del problema. La causa real del problema es la negativa de muchos funcionarios de California a permitir que se construyan suficientes viviendas para todas las personas que desean alquilar un apartamento.

La oferta y la demanda es una de las primeras cosas que se enseñan en los libros de texto de introducción a la economía. Por qué debería ser un misterio para las personas que viven en una comunidad de lujo, personas que probablemente se graduaron de una universidad costosa, es el verdadero enigma. La oferta y la demanda no es un gran avance en las fronteras del conocimiento.

Hace un siglo, prácticamente cualquier economista podría haber explicado por qué impedir la construcción de viviendas daría lugar a alquileres más altos, y por qué el control de alquileres ampliaría aún más la brecha entre la cantidad de viviendas ofrecida y la cantidad demandada. Por no hablar de otras consecuencias como un deterioro más rápido de las viviendas existentes, ya que se descuida el mantenimiento cuando hay escasez de viviendas.

Los economistas de hoy han avanzado hacia problemas mucho más complicados. Es como si tuviéramos los mejores matemáticos del mundo, pero la mayoría de los graduados universitarios no supieran hacer aritmética.

Parte del problema es que incluso nuestras universidades más prestigiosas rara vez tienen requisitos curriculares reales que garanticen que sus graduados tengan al menos una comprensión básica de economía, historia, matemáticas, ciencias u otras materias fundamentales.

Muchos estudiantes y sus padres gastan grandes cantidades de dinero y se endeudan por una educación que con demasiada frecuencia los deja analfabetos en economía e ignorantes de muchos otros temas.

Parte del problema es que muchos graduados universitarios no toman un solo curso de economía. Otra parte del problema es que muchos departamentos de economía dejan la enseñanza de la economía introductoria en manos de algún miembro del cuerpo docente junior o transitorio, o incluso de estudiantes graduados que se quedan atrapados en el trabajo.

Una de las cosas que me enorgullecieron del departamento de economía de UCLA cuando enseñé allí, hace décadas, fue que enseñar el curso de introducción a la economía era el trabajo de un profesor titular, aunque no el mismo profesor todos los años.

Hoy en día, en demasiadas materias, el curso introductorio es impartido por profesores jóvenes, profesores transitorios o estudiantes graduados, mientras que los profesores titulares enseñan solo cursos de nivel superior o cursos de posgrado.

Eso puede ahorrarle a un departamento el gasto de dotar de personal al curso introductorio con sus miembros mejor pagados. Pero, es extravagantemente costoso desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto, cuando significa enviar graduados al mundo incapaces de ver a través de las tonterías económicas derrochadoras difundidas por los políticos.

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