354 LUNES IV FERIA PRIVILEGIADA 2022. 4K

Anunciado el nacimiento de Juan el Bautista
Luc 1:5 Siendo Herodes rey de Judea, vivía allí un sacerdote llamado Zacarías. Pertenecía al grupo sacerdotal de Abías, y su esposa, llamada Isabel, era también descendiente de una familia de sacerdotes.
Luc 1:6 Ambos eran personas muy cumplidoras a los ojos de Dios y se esmeraban en practicar todos los mandamientos y leyes del Señor.
Luc 1:7 No tenían hijos, pues Isabel no podía tener familia, y los dos eran ya de edad avanzada.
Luc 1:8 Mientras Zacarías y los otros sacerdotes de su grupo estaban oficiando ante el Señor,
Luc 1:9 le tocó a él en suerte, según las costumbres de los sacerdotes, entrar en el Santuario del Señor para ofrecer el incienso.
Luc 1:10 Cuando llegó la hora del incienso, toda la gente estaba orando afuera, en los patios.
Luc 1:11 En esto se le apareció un ángel del Señor, de pie, al lado derecho del altar del incienso.
Luc 1:12 Zacarías se turbó al verlo y el temor se apoderó de él.
Luc 1:13 Pero el ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Isabel te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan.
Luc 1:14 Será para ti un gozo muy grande, y muchos más se alegrarán con su nacimiento,
Luc 1:15 porque este hijo tuyo será un gran servidor del Señor. No beberá vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre.
Luc 1:16 Por medio de él muchos hijos de Israel volverán al Señor, su Dios.
Luc 1:17 El mismo abrirá el camino al Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías, reconciliará a padres e hijos y llevará a los rebeldes a la sabiduría de los buenos. De este modo preparará al Señor un pueblo bien dispuesto.”
Luc 1:18 Zacarías dijo al ángel: “¿Quién me lo puede asegurar? Yo ya soy viejo y mi esposa también.”
Luc 1:19 El ángel contestó: “Yo soy Gabriel, el que tiene entrada al consejo de Dios, y he sido enviado para hablar contigo y comunicarte esta buena noticia.
Luc 1:20 Mis palabras se cumplirán a su debido tiempo, pero tú, por no haber creído, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo esto ocurra.”
Luc 1:21 El pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaban de que se demorase tanto en el Santuario.
Luc 1:22 Cuando finalmente salió, no podía hablarles, y comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. Intentaba comunicarse por señas, pues permanecía mudo.
Luc 1:23 Al terminar el tiempo de su servicio, Zacarías regresó a su casa,
Luc 1:24 y poco después su esposa Isabel quedó embarazada. Durante cinco meses permaneció retirada, pensando:
Luc 1:25 “¡Qué no ha hecho por mí el Señor! Es ahora cuando quiso liberarme de mi vergüenza.”
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