La empatía de la jueza, Sotomayor es incompatible con la igualdad de justicia ante la ley -Thomas S.

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La “empatía” de la jueza, Sotomayor es incompatible con la “igualdad de justicia ante la ley”

ES UNO DE LOS SIGNOS DE NUESTROS TIEMPOS, que tantos medios de comunicación se centren en la vida de la jueza, Sonia Sotomayor, nominada por el presidente Obama para la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Se podría pensar que esto fue una especie de concurso de popularidad, en lugar de una decisión de peso sobre alguien cuyo impacto en la ley fundamental de la nación se extenderá durante décadas después de que Barack Obama haya llegado y se haya ido. Mucho se está hablando de que Sonia Sotomayor tuvo que luchar para ascender en el mundo. Pero detente y piensa.

Si fuera a someterse a una cirugía a corazón abierto, ¿le gustaría ser operado por un cirujano que fue elegido porque tuvo que luchar para llegar a donde está o por el mejor cirujano que pudiera encontrar, incluso si nació con una plata? cuchara en la boca y tenía todas las ventajas que el dinero y la posición social podían ofrecer?

Si fueras tú quien estuviera acostado en la mesa de operaciones con el corazón abierto, no te importaría un carajo la lucha de alguien o los privilegios de alguien más.

La Corte Suprema de los Estados Unidos está operando en efecto en el corazón de nuestra nación: la Constitución y los estatutos y las políticas gubernamentales bajo las cuales todos debemos vivir.

La reiterada afirmación de Barack Obama de que un juez de la Corte Suprema debería tener “empatía” con varios grupos ha levantado banderas rojas que ignoramos bajo nuestro propio riesgo, y bajo el riesgo de nuestros hijos y nietos.

La “empatía” por grupos particulares puede reconciliarse con “igualdad de justicia ante la ley” —el lema sobre la entrada a la Corte Suprema— solo con palabras suaves. Pero no en la realidad. El presidente Obama usó esas suaves palabras al presentar a la jueza Sotomayor, pero las palabras no cambian la realidad.

Nada demuestra más los peligros fatales de la “empatía” judicial que la decisión del juez Sotomayor en un caso de 2008 que involucraba a bomberos que tomaron un examen para ascender. Después de que la mezcla racial de quienes pasaron esa prueba resultó ser predominantemente blanca, con solo unos pocos negros e hispanos, los resultados fueron desechados.

Cuando esta acción de las autoridades del servicio civil local fue llevada a los tribunales y finalmente llegó a la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito, el juez Sotomayor no le dio al caso ni siquiera la cortesía de explicar los problemas. Ella respaldó a quienes desecharon los resultados de las pruebas. Aparentemente, ella no tenía "empatía" con esos hombres predominantemente blancos que habían sido estafados en las promociones que se habían ganado.

El juez de la Corte del Segundo Circuito, José Cabranes, comentó sobre la poca atención que se le dio a los asuntos serios en este caso. Da la casualidad de que él también es hispano, pero al parecer no decide cuestiones legales en base a “empatía” o falta de ella.

Este no fue un asunto aislado para la jueza Sotomayor. Hablando en la Universidad de California en Berkeley en 2001, dijo que el origen étnico y el sexo de un juez “pueden marcar una diferencia en nuestra forma de juzgar”.

Además, esto no era algo que ella lamentara. Por el contrario, agregó: “Espero que una mujer latina sabia con la riqueza de sus experiencias llegue a una conclusión mejor que un hombre blanco que no ha vivido esa vida”.

Sin duda, los mafiosos políticos intentarán tergiversar esto para que signifique algo inocente. Pero el hecho es que esta es una doctrina venenosa para cualquier juez, mucho menos para un juez de la Corte Suprema.

Ese tipo de empatía derogaría a todos los efectos prácticos la Enmienda 14 de la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza “igual protección de las leyes” a todos los estadounidenses.

¿Qué dirían los manipuladores políticos si un hombre blanco dijera que un hombre blanco llegaría más a menudo a mejores conclusiones que una mujer hispana?

Para aquellos que creen en el estado de derecho, Barack Obama usó las palabras “estado de derecho” al presentar a su candidato. Para aquellos que toman sus palabras como un evangelio, incluso cuando sus propias acciones son directamente opuestas a sus palabras, eso puede ser suficiente para permitirle llevar a esta peligrosa mujer a la Corte Suprema.

Incluso si no se puede detener su confirmación, es importante que los senadores adviertan sobre los peligros, que solo empeorarán si tales nominaciones se llevan a cabo sin problemas en el Senado.

Escrito por Thomas Sowell ……………..

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