¿ERES LA HEREDERA? Efesios 1:7-10 - CARMEN CAMINO

2 years ago
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Efesios 1:7-10 dice, En él, tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia, 8 la cual desbordó sobre nosotros en toda sabiduría y entendimiento,

9 y nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 para que cuando llegara el tiempo señalado reuniera todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

Este pasaje comienza con las palabras “EN ÉL” o sea “EN CRISTO,” y el versículo 10 otra vez lo repite, “EN CRISTO.” ¡El tema es siempre Cristo! Lo que Jesús ofrece no es religión ni ritual. Mas bien, Él nos ofrece una relación. Una relación personal con Él. Lo que la gente busca, solo lo puede encontrar… ¡EN CRISTO!

¡SI! ¡Hemos recibido todas estas bendiciones, y riquezas celestiales… ¡porque estamos en Cristo! ¡La obra principal de Cristo es la redención! Las tres Personas de la Trinidad están involucradas en esta obra… ¡PERO EL ROL DE CRISTO ES FUNDAMENTAL! El trabajo del Padre fue “principalmente” el de planear nuestra salvación.

El trabajo del Espíritu Santo es el de aplicarlo a las personas. Y el trabajo principal de Jesús fue de lograr la salvación, por medio de Su muerte redentora “en la Cruz del Calvario”. Ser redimida significa haber sido comprada de nuevo. En un sentido, es haber sido liberada de la esclavitud.

Al ser redimidas por Cristo, hemos sido liberadas del pecado, no solo de la condena, sino también de la esclavitud, que conlleva el pecado.
Esta redención fue consumada por la muerte de Cristo en la cruz. En el Antiguo Testamento había dos formas de redención – una por poder, y la otra por compra. Por ejemplo, el libro de Éxodo ilustra la redención por poder – como cuando Dios abre el Mar Rojo para liberar a los Israelitas de los Egipcios.

Y el Libro de Rut ilustra redención por compra – como cuando Booz compra a Rut para redimir el nombre y las tierras de la familia. Es bien significativo, que la primera vez que Booz, el pariente redentor, aparece en la historia de Rut, nos dice que él era un hombre muy rico. ¡Solo un hombre rico podía redimir!

La redención fue increíblemente costosa. ¡Le costó a Dios Su vida! Pablo escribió en 2 Corintios 8:9, Ustedes ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo que, por amor a ustedes, siendo rico se hizo pobre, para que con Su pobreza ustedes fueran enriquecidos.

Para obtener nuestra redención, Jesús tuvo que dejar las glorias del cielo, entrar a la vida humana, por medio de la encarnación, vivir una vida perfecta, y luego morir en la cruz.

Él tuvo que sufrir la agonía de la crucifixión, el dolor del rechazo, la traición, el abandono, la vergüenza, el horror de ser hecho pecado, el tormento de la ira de Dios, y la indignidad de la muerte. Su sangre tenía que ser derramada. ¡ESE ERA EL PRECIO!

1 Pedro 1:18-19 dice, Ustedes saben que fueron rescatados de una vida sin sentido, la cual heredaron de sus padres, y que ese rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro y la plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, sin mancha y sin contaminación, como la de un cordero.

Somos redimidas... salvadas por la sangre de Cristo. ¡Solo Su sangre podía hacerlo! Uno de los resultados de la redención es el perdón de nuestros pecados. Perdón no es lo mismo que redención... perdón es uno de los frutos de la redención.

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