Escuela de Biblia para todos -Parte 3- Padre Luis Toro.

2 years ago
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DIFERENCIA ENTRE APOLOGÍA Y APOLOGÉTICA

La apología es la defensa a favor de algo o alguien, es decir, la apología realiza la defensa de cualquier tema, ideología, persona o causa.

En cambio, la apologética se refiere exclusivamente a la defensa de la fe cristiana, es una forma de apología.

Esto quiere decir que, mientras la apología es una mera justificación y, a veces, auto-justificación; la apologética busca una defensa sistemática de la fe católica para aquellos que la desconocen o la ignoran.

Decir apologista, significa ¿apologista de qué? Sí decimos apologista católico ya es especificar una especialidad.

En cambio, la palabra "apologeta" se utiliza exclusivamente para los apologistas católicos. Apologeta por tanto, es la forma correcta de referirse a la persona que realiza la defensa de la fe cristiana católica.

Sólo que la utilización del término "Apologeta" se ha reservado tradicionalmente para los Padres Apostólicos, pioneros en la defensa de la fe, "Los Apologetas".

Hoy en día, los apologetas prefieren definirse a sí mismos como apologistas católicos y dejar el título de "Apologetas" a los Padres de la Iglesia.

Aunque no existe una regla para eso, quien realice la defensa de la fe cristiana puede denominarse ya sea como un apologeta o un apologista católico, ninguno incurre en falta alguna, ni debe hacerse de ello un casus belli.

La apologética es una herramienta de la Teología, ya que es diferente la actitud del católico que la acepta por fe, que el no católico que la cuestiona para no aceptarla. Busca de manera racional y sistemática explicar el por qué debemos aceptar los enunciados de la Teología y la doctrina.

Las Sagradas Escrituras llaman a los creyentes a dar razón de la esperanza que tenemos en Cristo, pero existen varios factores que inhiben en forma ilegítima el compromiso apologético.

La apologética debe llevar al crecimiento cristiano de las personas y está más allá del ecumenismo porque lleva a un profundo conocimiento de la Verdad.

El pecado que acosa a los apologetas es el orgullo y debe ser evitado a cualquier precio.

La verdad que defendemos es un don de la gracia y no nuestro logro intelectual. Pero hay una anemia apologética en el mundo que daña severamente el ecumenismo y he aquí las causas:

Indiferencia: Hay demasiados cristianos a los que no les importa que el cristianismo sea ridiculizado y hacen poco o nada para enfrentar estos ataques.

Irracionalismo: Hay cristianos que llevan su "fe" a niveles peligrosos y creen cosas sin sentido sin tener evidencias y argumentos. Han convertido su "religiosidad popular" en mera superstición.

Ignorancia: Muchos cristianos no son conscientes de los recursos intelectuales que actualmente están a su disposición para defender la fe que han recibido o bien, no les interesa estudiar y conocer su fe o de plano adolecen de pereza mental.

Cobardía: No hay suficientes cristianos que estén dispuestos a presentar y defender su fe en situaciones desafiantes.

Arrogancia: La arrogancia del apologista sabelotodo, que está más interesado en mostrar sus conocimientos que en defender la verdad. Es más importante para él ganar el debate que ganar un alma.

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