Los Evangelios. Nueva Mirada a la Biblia. 3 de 3. Fray Nelson Medina.

2 years ago
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Lo importante de los evangelios es que nos transmiten la predicación de los Apóstoles, y que los evangelistas fueron Apóstoles o varones apostólicos.

Con esto se hace justicia a lo recibido por la tradición: los autores de los evangelios son Mateo, Juan, Lucas y Marcos. De estos, los dos primeros figuran en las listas de los doce Apóstoles (Mt 10,2-4 y paralelos) y los otros dos figuran como discípulos deSan Pablo y San Pedro, respectivamente.

La investigación moderna, al analizar críticamente esta tradición, no ve grandes inconvenientes en la atribución a Marcos y a Lucas de sus respectivos evangelios; en cambio, analiza con ojos más críticos la autoría de Mateo y de Juan.

Se suele afirmar que esta atribución lo que pone de manifiesto es la tradición apostólica de la que provienen los escritos, no que ellos mismos fueran los que escribieron el texto.

Lo importante, por tanto, no es la persona concreta que escribiera el evangelio sino la autoridad apostólica que estaba detrás de cada uno de ellos.

A mediados del siglo II, San Justino habla de las “memorias de los apóstoles o evangelios” que se leían en la reunión litúrgica.

Con esto, se dan a entender dos cosas: el origen apostólico de esos escritos y que se coleccionaban para ser leídos públicamente.

Un poco después, en el mismo siglo II, otros escritores ya nos dicen que los evangelios apostólicos eran cuatro y solo cuatro.

Así, Orígenes: “La Iglesia tiene cuatro evangelios, los herejes muchísimos, entre ellos uno que se
ha escrito según los egipcios, otro según los doce apóstoles. Basílides se atrevió a escribir un evangelio y ponerlo bajo su nombre (...).

Conozco cierto evangelio que se llama según Tomás y según Matías; y leemos otros muchos” ).

Expresiones semejantes se encuentran en San Ireneo que, además, añade en cierto lugar: “El
Verbo artesano del Universo, que está sentado sobre los querubines y que todo lo mantiene, una vez manifestado a los hombres, nos ha dado el evangelio cuadriforme, evangelio que está mantenido, no obstante, por un sólo Espíritu”

Con esta expresión —evangelio cuadriforme—, pone de manifiesto una cosa muy importante: El evangelio es uno, pero la forma cuádruple.

La misma idea se expresa en los títulos de los evangelios: sus autores no vienen indicados, como otros escritos de la época, con el genitivo de origen («evangelio de...») sino con la expresión kata («evangelio según...»).

De esta forma, se señala que el evangelio es uno, el de Jesucristo, pero testimoniado de cuatro formas que vienen de los apóstoles y los discípulos de los apóstoles.

Se señala así también la pluralidad en la unidad.

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