La Nación Que Se Olvidó De Dios

Mi pueblo pereció por falta de conocer, entender y obedecer mis mandamientos, dijo el Señor por boca de los profetas. Se acostumbraron a las cosas fáciles y prácticas de este mundo. Una vez y venimos al conocimiento de Dios, nuestros paradigmas tienen que cambiar por obligación. No podemos servir a dos amos. Estamos en el mundo, pero no somos de este mundo. La diferencia tiene que ser notoria y aunque nuestros pies están firmes sobre la tierra nuestra fe continúa fundada desde los cielos, como mirando al Invisible. Hoy nuestra Nación está cruzando una encrucijada trascendental y decisiva. Depende y como ella responda, el Señor tendrá entonces que obrar conforme a los propósitos para con Israel y con Su Iglesia. Quizás el tiempo restante sea mas corto de lo que algunos pensaban y el grito de la media-noche, pueda estar ya al alcance del Ángel.